Lo cierto es que el independentismo ha aguardado hasta el último momento para anunciar sus acciones contra la visita del Rey, que se han convertido en una constante en los últimos años, aunque ya en las últimas ocasiones habían ido a mucho menos. De hecho, el anterior aterrizaje del Monarca en Cataluña se produjo en el marco de la visita a la fábrica de Seat en Martorell (en marzo) y apenas congregó a un centenar de manifestantes.
El separatismo social está cada vez más desmovilizado, fruto de la pandemia, pero también fruto de la frustración y desesperanza producida por la falta de avances y las promesas incumplidas en el “procés”. En este sentido, a este escenario también ha contribuido mucho las permanentes divisiones entre los principales partidos, que son incapaces de atar acuerdos para diseñar una hoja de ruta.
Los indultos sólo se conceden a los mejores toros y no a los peores cabestros. Que no se os olvide.
