miércoles, 11 de mayo de 2011

Otros vendrán que bueno me harán.


La crítica situación económica que vive Cataluña, ha llevado al gobierno de Artur Mas a anunciar serios recortes económicos que afectarán a un amplio espectro de servicios públicos, especialmente la sanidad. La Generalitat arrastra un déficit de 7.500 millones de euros, un ritmo "insostenible" que ponía en peligro la existencia misma de la sanidad catalana, según ha afirmado Artur Mas. "Lo que pone en peligro la salud y el Estado del bienestar es haber acumulado esta deuda", ha apuntado Mas, que se ha comprometido a defender "en lo que es esencial" la red sanitaria en un contexto económico que hace imposible dedicar el mismo dinero ahora, en plena crisis, que el que se dedicaba en plena bonanza económica.

Las políticas de austeridad han protagonizado la sesión de control del Parlamento sobre el gobierno catalán, en la que los grupos de la izquierda han pedido a Mas que "rectifique", haga caso a sus principales asesores y "empiece de cero" en sus recortes presupuestarios para no dañar la calidad de los servicios públicos, principalmente la sanidad y educación. En el caso de los hospitales catalanes está previsto un recorte de 1.000 millones de euros, un 10% respecto al presupuesto actual.

Que hay detrás de las prioridades del Gobierno de Mas a la hora de aplicar los recortes en un momento en el que elimina prácticamente la Sanidad Pública, sin embargo continua abriendo embajadas catalanas fuera de España, con el gasto que ello conlleva, es decir que hay dinero solo para lo que le interesa a los nacionalistas locos estos que tenemos.