martes, 4 de abril de 2017

Vino de oliva.

No es propiamente vino de la ciudad valenciana de Oliva ,sino vino autentico a partir de las hojas del olivo, que han inventado los chinos. Así como la mermelada de aceituna, que puede que sea una copia que hayan hecho de productos españoles.
Existe una confrontación entre capitalismo y comunismo, cuando en mi opinión son cosas distintas en el sentido de que  el capitalismo es un sistema económico, que funciona en distintos regímenes políticos, como democracias, dictaduras, y hasta en un régimen comunista como es China, y que se antepondría a la economía planificada, por lo general centralista.
 En cambio el comunismo sería más bien un sistema social y político, como dice la Wiki, con alguna implicación económica en el sentido que utiliza la economía planificada. No vamos a hacer comparaciones imposibles que además nos llevaría mucho tiempo, pero que podría quedar abierto el melón, por si alguien con mejor criterio tenga curiosidad en  plantear.
Como hace unos años los olivareros españoles  se asustaron porque en China decidieron  plantar olivos en una provincia central del tamaño de Jaén, poco después se vio que eso no representaba ningún problema a la 1ª Potencia de producción que es España y la que marca de alguna manera el precio del aceite. El motivo es que el clima de esa región: veranos húmedos e inviernos secos, todo lo contrario que necesita la oliva, con lo cual en China se produce 18 aceitunas, cuando en España esa oliva produce 100.
Cuando se les pregunta por qué plantan olivas con tan baja productividad ellos alegan que con ello sacan de la pobreza a un 13% de su población. Tampoco  vamos a comparar  si está bien o mal,  cuando en otros regímenes se prefiere tener al personal en paro (pagándoles o sin pagar).
El caso es que el aceite de oliva tiene tirón entre los chinos y ya hacen excursiones  a sus zonas de cultivo de  tipo turístico y de promoción , como aquí se hacen con las  rutas vitivinícolas, con lo cual están acelerando la demanda, y al ser la oferta la que es, impepinablemente se traduce en más  exportación y que se produce en un incremento de precios.
Como con estas cosas de la globalización, mal entendida, pues solo  de la globalización de la que hablan es económica, nada se dice de derechos, de seguridad social, de fiscalidad, etc. Resulta  que hay cosas que aunque no se pretendan  también se globalizan, como la contaminación y  las plagas por el incremento del tráfico de todo tipo, por lo que no es de extrañar que la fastidiosa, hubiera llegado ya a  la península.
Sólo falta que  además del interés de los chinos por el aceite que incrementa la demanda, la oferta de la producción se venga abajo, para hacer del aceite ( que tanto tiempo ha formado parte de la dieta mediterránea), se convierta en artículo de lujo, y a juzgar por la tendencia en el precio, lleva camino de hacerlo.
Quizás todo esto  alguien que vaya a este congreso que empieza mañana nos lo pueda confirmar.