Se fraguó desde Moncloa una operación de acoso y derribo, no sólo contra la presidenta de Madrid, que también, sino contra la propia Comunidad, objeto de deseo de la izquierda muy especialmente desde la pérdida de Andalucía. De manera absolutamente infame y oportunista se orquestó una dura campaña de ataque, de boicot y de desprestigio con la complicidad imperdonable de la gran mayoría de las televisiones, regadas (compradas, por si no fueran ya suficientemente afines por defecto) generosamente con millones de euros en los días más duros de la pandemia.
Se negó el pan y la sal, se incautaron o retuvieron compras de material sanitario pagadas por Madrid, se negó el control sanitario en Barajas a viajeros que llegaban y entraban libremente en Madrid, se boicotearon las medidas tomadas en la Comunidad (que han demostrado ser efectivas y razonables al cabo de semanas), se discriminó a Madrid frente a otras comunidades, se la pintó de "bomba tóxica”, Hoy los resultados hablan por sí solos.
Pero encima y a pesar de ello, en la Asamblea se sigue hoy machaconamente atacando cada día con lo mismo a la presidenta, que en la ocasión del vídeo pone los puntos sobre las íes:
https://youtu.be/nDHNM5-Cmpc
