jueves, 19 de marzo de 2020

Clara Ponsatí.


Miembro de la Asamblea Nacional Catalana, consejera de Enseñanza del Gobierno de Cataluña entre 2016 y 2017 y actualmente diputada del Parlamento Europeo, escribió recientemente un "tweet" que decía ... "De Madrid al cielo".    El "tweet" fue a su vez "retuiteado" por el Sr. Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat de Catalunya.   No lo soy evidentemente, pero si fuera independentista me preguntaría ¿en manos de quién están mis ideas y anhelos?

Hoy publica ABC una carta del Sr. Salvador Gómez Pedraz, hijo de una persona fallecida en días pasados a causa del coronavirus.

Carta abierta a Clara Ponsatí:
Hace dos días inhumé a mi padre tras su fallecimiento por una neumonía bilateral aguda causada por coronavirus. Esto, que dicho así puede resultar un número más en los comunicados que estamos acostumbrados a leer y escuchar todos estos días, encierra una experiencia de angustia que no se la recomiendo a nadie.

Tras leer los tuits de la señora Ponsatí, no puedo dejar de mostrar mi indignación más profunda por lo que, amparándose en su libertad de expresión y la libre utilización del sarcasmo, ha dicho.

Querida señora Ponsatí:  mi padre perdió a su esposa, mi madre, hace poco más de seis meses, y desde entonces se sintió completamente «huérfano» en la vida.  Tan solo tenía como consuelo a mi hermano y a mí, cuyo apoyo tenía a diario.  Desde el día 8 de marzo que cayó enfermo estuvo incomunicado.  ¿Se imagina la angustia por la que ha podido pasar sin nuestra referencia?, ¿se imagina cuál podía ser su sensación de abandono?  No le diagnosticaron como positivo hasta el jueves por la mañana, momento en el que al menos pudimos hablar por teléfono con él para decirle que estábamos a su lado.

El viernes se precipitó todo y, gracias a la empatía demostrada por el personal sanitario, pudimos verlo, tomando todas las medidas de aislamiento necesarias.  Pudo en esos momentos quedar tranquilo sabiendo que estábamos a su lado y teniendo la oportunidad de despedirse de nosotros. 

A esta situación de pérdida de un padre, que ya de por sí es dura, hay que añadir la crueldad de la soledad que se siente cuando tienes que despedirlo sin el apoyo y el abrigo de todos aquellos que lo querían y nos quieren.  Esta sensación de tristeza profunda, que tardará tiempo en desaparecer y que estamos viviendo cantidad de personas, de Madrid, pero también de otros lugares del mundo, no debería utilizarla sin tener en cuenta el daño que puede añadir al sufrimiento que ya tenemos.  Efectivamente, señora Ponsatí, «De Madrid al Cielo», donde estoy seguro que le estará esperando mi madre, que le habrá allanado el camino para que su llegada haya sido más dulce.

Señora Ponsatí, procure no utilizar el dolor de muchos afectados por esta horrible situación para sacar el sarcasmo más burdo y demostrar su escasa inteligencia para intentar provocar más odio a un pueblo magnífico, al que no representa y que no merece personas como usted.
No entraré a comentar la actitud de la Sra.(?) Ponsatí, ni la ponderada respuesta, sorprendentemente ponderada del Sr. Salvador Gómez Pedraz, la diferencia de calado humano es tan abismal que añadir algo sería estropear la comparativa.