lunes, 11 de mayo de 2020

¡Pagad, pagad, malditos (contribuyentes, claro)!



Los políticos y allegados que respaldan al Gobierno mantienen oficialmente los llamamientos a la unidad y a la lealtad a todas las fuerzas políticas y al pueblo para que este último cumpla lo que se le dice, sea solidario, obediente y apoye al Gobierno. Pero lejos de estas palabrerías está el ejemplo, que como alguien dijo en alguna ocasión, las palabras son buenas pero los ejemplos arrastran. Los hechos indican todo lo contrario mientras que al pueblo se le están quitando derechos y libertades, si es que alguna vez las tuvo, y se le dibuja una escena de penurias y sacrificios. Ellos los políticos y a la cabeza el Gobierno y todos los que le respaldan siguen aumentando el gasto político, pagando todo tipo de subvenciones a partidos políticos, medios de comunicación, nombran nuevos altos cargos en la administración, aumentan sus sueldos con nuevas comisiones en el Parlamento que no sirven para nada, excepto para subirse el sueldo, conservan sus dietas y todo tipo de gastos, etc. Incluso hacen negocio aprovechando las compras rápidas de material sanitario. En una palabra, gasto y despilfarro del dinero público. Y mientras el pueblo viéndolas venir temeroso de lo que le espera, que se intuye poco bueno, pagando impuestos los que tengan trabajo para subsistir y cobrando el subsidio que el gobierno quiera dar a los que no tengan nada, para que le sigan votando.