viernes, 24 de octubre de 2008

El cochecito leren

El Parlamento catalán está decidido a dar ejemplo de contención con la congelación de los sueldos de los diputados y la rebaja de los gastos de la Cámara, estos presupuestos rebajan «muchísimo» la partida de inversiones, el gasto en publicidad, representación institucional y protocolo.

El Ínclito Benach (Ex jardinero de Profesión para más señas)y Presidente del Parlament Catalán actualmente, acaba de estrenar nuevo coche oficial, un «Audi A-8 Limusina», cuyo coste asciende a 110.000 euros. (18.302.460 Millones de pesetas). Hace un mes, Benach renovó su coche cuando éste llevaba realizados 250.000 kilómetros. Hay que tener en cuenta que Benach se desplaza casi a diario desde Reus (Tarragona), donde tiene su domicilio particular, hasta Barcelona.

También han renovado coche oficial como es natural los cuatro secretarios de la Mesa del Parlamento y los seis presidentes de grupos parlamentarios, que hasta ahora disponían de un «Wolkswagen Passat» y como este les parece poco para su cargo, ahora utilizan un «Audi A-6».

Por si no era poco al coste del vehículo del tal Ernest Benach, hay que añadir el de los accesorios, es decir el tuneado que podría ascender a 20.000 euros(3.327.720 Millones de pesetas). Y es que Benach ha decidido «tunear» el interior de su nuevo Audi para hacerlo confortable. Consta de escritorio de madera a medida, reposapiés, TV, conexión para mp3 y bluetooth. Todo un lujo de vehículo. ¿Esto como se come?

Más de lo mismo. En Galicia tambien han comprado un Audi 8 por un supuesto importe de 480.000 euros (79.000.000 Millones de pesetas), destinado a trasladar al presidente socialista de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño.

Sabían que somos el segundo país del mundo en coches oficiales. España y los españoles ¿nos merecemos esto? Siendo como somos un país pobre y mas ahora, como podemos ver para los políticos no hay crisis, como dice la Sra. Ministra el dinero del estado no es de nadie. Maldita sea la hora que votamos una España con autonomías que bien nos la clavaron.