martes, 25 de noviembre de 2008

Son unos cobardes.

El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Valladolid ha dictado una sentencia que obliga al colegio público Macías Picavea a retirar los crucifijos de sus aulas y espacios comunes, después de que un grupo de padres laicos lo demandaran.

El juez destaca en la sentencia, que el mantenimiento de los símbolos religiosos en los centros educativos conculcaría "derechos fundamentales" consagrados y además esto podría vulnerar el derecho de los niños.

La sentencia alude a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, que recuerda que "el Estado se prohíbe a sí mismo cualquier concurrencia, junto a los ciudadanos, en calidad de sujeto de actos o de actitudes de signo religioso" y alude a "la laicidad y neutralidad del Estado", hasta aquí todo políticamente correcto.

Pero habría actuado la justicia de igual manera y con la misma dureza, si en vez de un crucifijo fuese una media luna o cualquier otro símbolo musulmán, seguro que la sentencia seria diferente por temor a represalias y de que lo tachasen de xenófobo y racista. Ahí esta el caso de las niñas musulmanas que les obligan los padres a llevar el shador puesto durante las clases, esto si que vulnera el derecho de los niños, pero en estos temas los jueces no tienen el valor de hacer una sentencia a favor de la supresión del shador al menos en horarios lectivos.