jueves, 12 de marzo de 2009

Romance de togas y venados

Mañanita de Febrero
al campo salió Garzón,
mas no a desenterrar rojos
sino a cazar el muflón.

Alcahuete le acompaña
un ministro bermellón
de modales desabridos
y bermeja la color.

Y tras los dos nobles brutos,
séquito multicolor:
funcionarios lameculos,
periodistas de capón,
agradecidos estómagos
y hasta algún gay maricón.

Diversas zorras y guarros
amenizan la sesión,
y entre tanta fauna inquieta
algún pepero cagón
de la facción gallardona
ojea la caza mayor.

A una señal del togado
comienza la diversión
y tras gentil tiroteo
caen ciervos al por mayor.

La demócrata jauría
se solaza con fruición
mas una sombra de duda
surge tras la confusión:
" ¿do está el juez?"
alguno exclama
con cierta preocupación.

Y es que entre tanto venado
no se distingue a Garzón.