viernes, 14 de septiembre de 2018

Memoria histórica.


Ahora que tanto se habla de la memoria histórica y de los defectos o virtudes de la transición de un régimen a otro. Desde mi conocimiento y mi punto de vista quiero aportar mi granito de arena a este tema.
Lo bueno de la transición es que se hizo en paz, sin violencia, sin represalias, sin venganzas, ni rencillas o encontronazos ideológicos, entre los que llegaban y los que se sentían obligados a dejar el poder.
Si todo esto se hizo así, según mi conocimiento y punto de vista, es porque había miedo por ambas partes, por los que se sentían obligados a dejar el poder, o dar paso a un nuevo régimen político; miedo a dejar el poder y a las represalias de los que consideraban enemigos del régimen, que pudieran llegar a formar parte del Estado. Y por los políticos opositores al régimen, que también tenían miedo de los que todavía ostentaban el poder y, pudieran actuar contra ellos para conservarlo.
A los políticos que sin duda se tenía más miedo desde el régimen franquista, eran a los comunistas y algunos socialistas en el exilio, no a los nacionalistas ni felipistas o socialdemócratas del nuevo PSOE, que hicieron muy poco o nada contra el régimen franquista. Y que en el caso del nuevo PSOE encabezado por Felipe González y Alfonso Guerra consentidos y protegidos desde antes de que muriera Franco por Carrero Blanco en España, y el alemán Willy Brandt jefe de gobierno y de la socialdemocracia alemana que, dio su apoyo al PSOE de Felipe González; este con el seudónimo de Isidoro se movía tranquilamente por España y toda Europa, a sabiendas de que no corría ningún peligro con los dirigentes del franquismo, porque se sentía amparado, permitido y protegido por el régimen dictatorial, que no lo consideraban peligroso para formar parte de los poderes del Estado. Esto también forma parte de la memoria histórica, que los españoles deberían de conocer, para saber de dónde venimos y adonde nos pueden llevar los dirigentes políticos que tenemos.
Lo malo de la transición fue que, por miedo de unos, partido Comunista, y oportunismo de otros, PSOE y Nacionalistas, dieron paso a un régimen de Monarquía de Partidos y elaboraron una Constitución antidemocrática, llena de incongruencias, que nadie respeta, ni cumple y que muchos partidos, especialmente los de izquierda, quieren cambiar o modificar mirando a sus intereses y no a la libertad política de los ciudadanos. Se repartieron el poder y la tarta del Estado con arreglo a los votos que pudieran sacar en las elecciones, todo ello sin contar con el pueblo, que ha estado y está ausente, al margen de todas las decisiones políticas de nuestro país y que tanto nos atañe, queramos o no, a los ciudadanos. Porque así lo han querido y quieren los políticos que hemos tenido y tenemos desde siempre en España. Con los que han tenido y tienen el poder del Estado.
Ahora los partidos llamados de Izquierda, especialmente PSOE, puesto que es el que gobierna; siguen destapando la caja de los truenos, profundizando en las heridas y rencillas de unos españoles contra otros, como lo hizo Zapatero en su día, cosa que se les da muy bien, remover las miserias del pasado que les interesa a ellos para entretener, engañar y manipular al pueblo. Y alimentando e incrementando el riesgo de la ruptura de la Nación y el Estado, dando más privilegios, competencias y dinero a los nacionalistas como lo está haciendo el gobierno de ZPedro con tal de seguir y mantenerse en el poder.
Entiendo que haya gente de la izquierda en general que, moralmente, no esté contenta con la transición del régimen de Franco al de partidos políticos estatales que tenemos ahora, y que dista mucho de ser democrático, pues ellos fueron junto con los nacionalistas los que mayor mente nos metieron en él, y en las autonomías. Pero lejos de intentar democratizar el país, gobernando con más transparencia, cambiando la ley electoral, para que los ciudadanos puedan elegir directamente a sus representantes y no a través de listas de partidos hechas por sus oligarcas, dando más independencia al poder judicial, retirando la inviolabilidad del jefe del Estado y los aforamientos, de todos los que lo tienen que son muchos. Se dedican a colocarse en puestos claves del Estado y empresas públicas, avivar y abrir heridas del pasado, aumentar las desigualdades entre las regiones y los ciudadanos y aponer en peligro la unidad de España. Esto es lo que hacen los socialistas y los que les apoyan. Posiblemente lo único que saben hacer bien. Nada en favor de la igualdad, la libertad política y la democracia que tengo la impresión de que no la conocen, ni la quieren.