viernes, 3 de agosto de 2018

España se conecta a las redes 5G.


El Gobierno recauda 437 millones de euros por el sistema de subasta de frecuencias de nuevas redes móviles
Con el objetivo de situarse en la parrilla de salida de Europa, el Gobierno ha recaudado 437 millones de euros en la subasta pública de frecuencias para el desarrollo de las redes móviles de quinta generación, las redes 5G. Una tecnología aún en fase de desarrollo y que supondrá cerrar el círculo de la conectividad total en los próximos años cuando se materialice su despliegue comercial previsto para 2020. Sus promesas: descargas más rápidas, conexiones estables y mayor cobertura.
Durante el periodo de adjudicación se han subastado 200 MHz en la banda de frecuencias de 3,6-3,8 GHz, destinadas a la cobertura urbana. Orange (con 60 MHz), Telefónica (50 MHz) y Vodafone (con 90 MHz) han sido las principales compañías de telecomunicaciones que aspiran a integrar en sus planes estas conexiones. Para las otras dos bandas identificadas para el 5G, la de 26 GHz y las 700 MHz, esta última ocupada actualmente por los servicios de Televisión Digital Terrestre (TDT), todavía no existe una fecha prevista.
Según las previsiones, la llegada del 5G en todos los sectores en España tendrá un impacto económico de hasta 14.600 millones de euros antes de 2025.
Estas conexiones serán al menos cuarenta veces más rápidas que las proporcionadas por las redes 4G pero, además, introducirán un factor diferencial: una menor latencia, es decir, los retardos temporales dentro de una red. Un atributo esencial para el desarrollo de nuevos modelos de negocio que requieran de un tiempo de respuesta más rápido entre dispositivos.
Tras años de ensayos y desarrollo, la era del 5G ya ha colocado su primera piedra. Lo más importante es que tendrá un gran impacto en infinidad de sectores industriales que, sin lugar a dudas, harán evolucionar a las ciudades en las próximas décadas. Un área que irá mutando será el del tráfico rodado. Al calor de los avances en conducción autónoma, estas redes servirán para que los vehículos puedan «hablar» entre ellos, interactuar con el entorno y circular sin conductor.
A su vez, esta tecnología será la punta de lanza de un cambio industrial. Dará pie a la salud conectada, a la telemedicina, al auge de los drones, a la robotización de las empresas, a la sensorización de lo que ya se conoce como la Cuarta Revolución Industrial. A nivel de consumo, los ciudadanos presenciarán también cómo su entorno doméstico cambia por completo. Los fabricantes de tecnología han empezado a inundar los mercados con aparatos de todo tipo que se pueden meter en el saco del «internet de las cosas». Una filosofía que describe a todos esos aparatos que ofrecen nuevas funcionalidades por el mero hecho de conectarse a internet.
Principales prestaciones:
- El coche autónomo: El 5G será una de las bases tecnológicas para su desarrollo.
- Internet de las cosas: En el futuro los aparatos domésticos estarán conectados.
- Industria 4.0: Las empresas se podrán beneficiar de la robotización.
- Nuevos servicios: Realidad virtual, «streaming» y vídeo de mayor calidad.