jueves, 3 de marzo de 2016

El progreso que solo hacen retroceder.

Ya sé que es una frase hecha, pero, como buenos no creyentes que somos compartiréis conmigo que no gozamos de los derechos y libertades de que disponemos, gracias a Dios, sino al esfuerzo que entre todos se hizo en tiempos pretéritos.   
No hablaba de corrupción, cuando vosotros mis queridos y entrañables compañeros habláis de corrupción suelo callar, quién calla otorga, o si me expreso, mas es para compartir lo que decís que para rebatirlo, aunque en cuestión de corrupción y por enésima vez no hay que dejar de considerar que todos los partidos, casi todos, están de barro hasta el cuello.
En ningún momento he establecido comparaciones de donde se puede hacer qué y si hay "bemoles" para hacerlo, elucubraba sobre la manifiesta diferencia de hacer una barbacoa en el jardín de casa o hacerlo en una mezquita, en definitiva, de como un mismo acto según dónde se celebre puede tener, tiene, connotaciones diametralmente opuestas.
Hablaba de la izquierda que conocí y la que estoy conociendo ahora, aunque también debo manifestar que quizá no resulta tan sorprendente a la luz de la deriva que tanto el PSOE como IU tienen en los últimos tiempos.    Porque, que hace el PSOE sosteniendo e IU sosteniendo y jaleando, a los protagonistas de estas actitudes.
De todas maneras y en honor a la verdad, mi verdad, también tengo que considerar que la izquierda que yo conocí en la Barcelona de los años 70, la oposición al franquismo, la que se podía ver en la calle, en las asociaciones vecinales, en los movimientos sociales, en la universidad, etc., no conocí nunca a ningún socialista o al menos que se reclamara tal.
Siempre conocí a comunistas o personas que sin ser tales, se apoyaban organizativamente en el PCE (Partido Comunista de España), debe ser por eso que años después se acuñó la frase de "el PSOE es un partido con 100 años de historia y 40 de vacaciones", y solo empezaron a moverse cuando llovieron millones de marcos provenientes del SPD de Wily Brandt.
Posteriormente y como es sabido y vivido por todos, los socialistas gobernaron razonablemente el país en varias ocasiones, con claro oscuros, con errores y aciertos, aseadamente, lejos del barrizal actual.    De tal manera que no tengo empacho en reconocer que algunos de los avances sociales, desde luego no todos los que se auto atribuyen, fueron propiciados por esos gobiernos.

Hasta que llegados a hoy, se está dispuesto a todo para que a un señor le sonría la historia y pueda ser Presidente.