jueves, 11 de enero de 2018

La tierra se va al carajo.


Hay un proverbio  indio que me gusta particularmente y  dice:  
 "La Tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos.

Si en realidad es un préstamo, tendremos que devolver, con algún interés o como mucho igual que lo prestado, a no ser  que uno no quiera saber nada de deudas.

Indistintamente de la verdad, y jugando en el terreno de las probabilidades, jugar con  el futuro de la especie en el escenario de un 5% de ganar  y el 95% de perder,  escapa a cualquier decisión racional, pues para otras decisiones personales como pueda ser la salud, no jugaríamos. Aunque uno puede estar soltero, o no tener descendencia, le importe un comino o tenga intereses dinerarios.

Hemos visto recientemente  que ha habido  municipios que no disponían  de agua, son casos concretos, que alguien  en esa búsqueda de la verdad pudiera achacar a otras causas, pero como antes no pasaba y hay que abastecerle, la economía se ve alterada, pues fácilmente  podríamos ir  a un escenario de entorno climático duro, a una economía de guerra, y ya sabemos que cuando existe un conflicto, la economía funciona de otra forma.

Todos recordamos, que antes de conocer las causas de la aparición de los rayos, el personal ante su impacto y gravedad, buscaba refugio divino, y se congregaba  en las iglesias, como allí había siempre una  torre con campanario para difundir el sonido mejor, atraían los rayos y  las descargas y las  víctimas eran mayores. No fue hasta la aparición del pararrayos,  cuando se solucionó y se entendió el fenómeno. Aquí algo ayudaran ante el aumento de las tormentas, pero no es la solución el pararrayos.

El Papa, aunque sus decisiones sean infalibles en el terreno de la fe, y en esto del clima  pudiera estar  un poco pez, al estar en un puesto alto, a mí no me cabe  duda que sabe más que yo aunque tenga internet, y que alguno de nosotros, del cambio climáticos  y  sus consecuencias, pues tiene personal  en todo el mundo que observa cambios y le informa de lo que está pasando.

 El otro día en el programa de aerósfera, el sábado en la 2 a las 9,30,dijeron  que el suministro de agua para el consumo es prioritario sobre el regadío, pero si no se riega no se producen alimentos, (la parte de regadío es mucho menor pero produce el  70%) y si el agricultor como consecuencia de ello  deja el campo, a ver luego a quien se convence para que vuelva a cultivar.

En  escenario duros, posiblemente ya no bastaría con plantar arbolitos, ni ponerse  led o alimentar a los pajaritos porque ellos  sí que saben del cambio climático, igual hay que ir a lo gordo. Para ir a lo gordo, previamente tenemos que saber lo que es y entender lo que pudiera  pasar. 

Por eso apoyo la  idea  que en base a ese 95%, sería bueno conocer los cambios y los problemas que se  avecinarían, pues no es un apocalipsis lo que indican, sino fenómenos concretos, que nos pueden alterar todos los mecanismos que disponemos para hacer frente a fenómenos a la  organización del mundo.

Como estos cambios  en distintos campos, son muchos, la duda si bien sensata, debería dejar paso a la acción, si realmente  nos importara o quisiéramos hacer algo, debido simplemente a que no queda tiempo por la característica del fenómeno, una vez expandido el CO2, ¿a ver como lo embotellamos? Su desaparición  natural requiere varios siglos.

A nivel político independientemente de los signos (salvo algún exaltado) todos los países lo conocen, firmaron  el acuerdo de París. En la reciente cumbre de Bonn  han tomado medidas en el mundo financiero, de forma que un grupo de grandes  fondos de inversión ya no meterá el dinero en energías fósiles, y penalizarán esas inversiones, y el dinero no suele ser tonto, quizás sus motivos sean otros, y saben que el precio  de las renovables, ya es competitivamente mejor. Por otra parte hay  estudios que dicen que la acción resulta un  10% de lo que nos costaría la inacción, estamos pagando riadas, sequías, alteraciones en la costa, etc, etc. que salen del presupuesto común  y pudiera ser que si se hacen prioritarios no haya luego para las pensiones, y le echemos la culpa a la esperanza.