lunes, 6 de febrero de 2017

Podemos o no Podemos.

A cuenta del próximo congreso de PODEMOS que se celebrará este fin de semana y de las supuestas o reales diferencias de enfocar el futuro inmediato del partido, el viernes en un programa de "La Sexta" se entrevistó a Pablo Iglesias y ayer domingo en distinto programa pero de la misma cadena se realizó una entrevista-masaje a Íñigo Errejón.
Quiero distinguir entre entrevista y entrevista-masaje, me parece de resaltar que si hay una periodista incisiva hasta el extremo de que a veces, a menudo, si el personaje no es de su gusto político, prácticamente no le deja contestar y sin solución de continuidad vuelve a repreguntar o matiza todavía con mayor virulencia la propia pregunta que no ha dejado contestar, esa es, no es otra que, Ana Pastor. Sin detrimento de que me parece una excelente periodista, generalmente bien informada, realiza preguntas siempre de interés para el televidente, bien asesorada por un equipo que hace muy bien su trabajo, en fin, ese tipo de periodista con el cual el personaje político difícilmente se puede sentir cómodo.   
En alguna otra ocasión pero ayer clamaba al cielo, Ana Pastor bajó el diapasón de la exigencia hasta un límite más propio de una sala de masajes, por el cálido tono empleado y por el tiempo, rectifico, no fue exactamente una entrevista-masaje, fue sin duda alguna "Un publirreportaje-masaje".    No, Sra. Pastor, si a Ud. lo que le gusta y maneja más que bien es la disciplina inglesa y el látigo es instrumento indispensable, aplíquelo Ud. a todos los entrevistados por igual, cualquier parecido con su última entrevista a la Sra. Aguirre es puritita coincidencia, es Ud. una excelente periodista, pero, una excelente periodista selectiva.
Bien, desde hace ya un tiempo y por diversos medios, parece que hay un desacuerdo, no pequeño, entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón y eso provoca que no salgan de la luz de los focos mediáticos, que es a la postre lo que uno y otro pretenden.    Desde la atalaya de mis cumplidos 61 años, ya no me creo ni lo que veo ni lo que oigo, a duras penas lo que reflexiono, tampoco esto último con ninguna garantía, quiero decir que, tengo para el caso dos hipótesis que trataré de exponer:
Hipótesis 1:
Parece, y digo parece, que el desencuentro entre los citados dirigentes sería a grosso modo, que mientras el Sr. Pablo Iglesias quiere ser más fiel a las esencias, aún a costo de cierto estancamiento en la progresión del partido, el Sr. Íñigo Errejón, aboga por una apertura al universo electoral de manera que no parece estar dispuesto a esperar sine die, quiere influir ya en la política del país, y si con ello se pierde o deshilacha en parte la esencia, no importa, el fin justifica los medios.
Hipótesis 2:
Siendo como son ambos, eso sí, siempre con la ayuda inestimable de algunos medios bien conocidos y constatados, dos artistas del marketing mediático, también pudiera ser, perfectamente, que todo fuera un plato perfectamente cocinado en la cocina de PODEMOS, para dar relevancia y crecimiento a la formación política.    Que yo recuerde, nunca la pre-celebración de un congreso de un partido, tuvo y gozó de tanto seguimiento por parte de los medios de comunicación.
Personalmente me apunto a la segunda hipótesis, el tiempo dará y quitará razones y a ellas me atendré gustosamente, pero, no dejo de observar algo que pudiendo parecer nimio, no lo es, ambos, ambos, no parecen saber empezar una reflexión, una afirmación, sin una muletilla que ya me está resultando algo más que molesta, y no es otra que ... "creo que"    Efectivamente, todas o casi todas las frases empiezan con el consabido ... "creo que", del que mas que usan, abusan.

Voy acabando, creo que estamos asistiendo a una obra de teatro urbano, confeccionada por unos muchachos que lo único que pretenden es "asaltar el cielo" y la única diferencia que tienen es el tamaño de la escalera, y creo que no se fabrica ni comercializa esa escalera en el mercado actual.