domingo, 30 de junio de 2019

50 aniversario de la llegada del Hombre a la Luna.

 Se celebra el 50 aniversario de la llegada del Hombre a la Luna en una embarcación sofisticada y compleja en su época, pero frágil  para tamaña proeza. 
 Testigo como tantos de aquella aventura, retransmitida para España por Jesús Hermida, apenas calibraba entonces lo que me narraban y menos sabía qué recursos humanos y tecnológicos inimaginables había detrás.
Es ahora cuando repasando lo acontecido a través de documentos, infografías, exposiciones, documentales y libros empiezo a comprender o saber algo acerca de esta colosal gesta espacial.

La primera vez que unos  seres humanos terrestres pisan otro mundo, y no cualquiera, sino el de nuestra compañera la Luna, la que vemos a diario ahí arriba, entonces, ahí debajo de esas pisadas históricas. 
Unos héroes como en su tiempo Cristóbal Colón y sus compañeros, desconocedores de lo que podrían hallar en un mundo nuevo, y de los posibles peligros que acompañaba su viaje y estancia.

Y el retorno, increíble todavía para mí, cómo una lata tan endeble pudiera ser capaz de despegarse de la atracción de nuestro satélite con sus contadas fuerzas y emprender el camino de regreso al Planeta Tierra, donde serían recibidos como superhombres.
Sorprendente el recurso "natural" de la física, gracias a la gravedad de la luna, de la Tierra, de otros planetas para impulsar estos navíos y sondas espaciales, permitiéndoles alcanzar velocidades increíbles en la misma Tierra por los vehículos más rápidos imaginables. 

Un escalofrío me invade en su recuerdo: ¡cómo el ser humano, tan pequeño en el Universo, es capaz de lograr gestas de Supermanes!

Luego vinieron otros alunizajes de  los que ni tan siquiera recuerdo sus detalles y menos sus tripulantes y anecdotarios.

También hubo "sus problemas" y viajes abortados como el del Apolo XIII cuyo impresionante relato del Comandante James Lovell  -llevado al cine- es estremecedor e interesante por el valor demostrado por esta tripulación con el apoyo de los Controladores de la Nasa y de un grupo de mujeres, matemáticas, de raza negra algunas de ellas -y olvidadas por esta doble condición-, artífices o supervisoras  de los cálculos de las trayectorias que les permitieron regresar a la Tierra.
Y de la muerte en varios accidentes de tripulaciones enteras de astronautas por fallos en los cohetes (de la Nasa), criticados en algún caso por científicos como el Nobel de Física Richard Feynman.