jueves, 6 de febrero de 2014

Paralizan las 364 multas al pensionista.

Miguel Romero, de 63 años, no sabía la que se le venía encima cuando decidió buscar trabajo colgando anuncios en las calles de Barcelona. Viudo y con dos hijos a su cargo, se le ocurrió ponerse a hacer mudanzas con su furgoneta y decidió anunciarse con unos cartelitos en los que publicitaba el servicio acompañado de su número de teléfono. El Ayuntamiento de Barcelona le reclama ahora 156.000 euros por 364 sanciones y los recargos correspondientes desde la primera multa, en 2010. El Instituto Municipal de “Estoy desbordado”, reconoció ayer el hombre, que asegura que nunca tuvo noticia de las sanciones hasta el pasado mes de diciembre. “Si lo hubiera sabido, no hubiera seguido haciéndolo”, añadió. Colgar carteles en lugares no autorizados de la vía pública está calificado como una infracción administrativa en la ordenanza de civismo multada con entre 120 y 750 euros.  “Esta cantidad no se paga ni en seis generaciones”, dijo El Ayuntamiento de Barcelona paralizó ayer los procedimientos abiertos contra Miguel, el Consistorio da respuesta así a la recomendación del Defensor del Pueblo.