miércoles, 15 de septiembre de 2010

Ya podemos hacer una cosa después de otra



Ya sé que dicho así parece coña pero...

Partiendo de la base de que todos quienes vamos al baño a orinar, luego nos lavamos las manos antes de salir y darle la mano al suegro o al jefe, y considerando que muchos hombres modernos son flojos prácticos, esta creación del diseñador surcoreano Yeongwoo Kim simplemente es fantástica.

Se trata de un urinario para baño público masculino que en su misma estructura incorpora su propio lavamanos sobre el receptáculo al cual (intentamos) apuntarle, cosa de que al terminar de hacer nuestras aguas menores, no necesitemos dar ni un sólo paso para poder lavarnos las manos.

Pero no tan solo eso. ¡No! Además, el concepto detrás del diseño es básicamente ecológico, porque su sistema de drenaje apunta al ahorro de agua: La misma agua con la que (se supone que) nos lavamos las manos, posteriormente sigue su trayecto para limpiar el depósito.

Y encima podrás mirarte en él mientras evacúas tu vejiga. ¿Útil? ¿Varonil? ¿Positivo o negativo? Ni idea, pero el diseño te da la opción (más bien te obliga) a verte en dicha situación.