miércoles, 31 de marzo de 2021

El juez Llarena se adelanta a la respuesta de Bélgica sobre la entrega de Puigdemont.


 

Lectura atenta y meditada, recomendada especialmente para quien un día habló de una etérea “justicia europea”, básicamente imaginada por él, y que no era tal, sino simplemente una actuación chapucera de un determinado juez de segundo nivel en un país, eso sí, europeo, lo único semiacertado (y digo “semi” obviando benévolamente la generalización entre imprudente y maliciosa con que se usaba lo de “europea”) en la intervención aludida de aquel día:

https://www.abc.es/espana/abci-juez-llarena-adelanta-respuesta-belgica-sobre-entrega-puigdemont-202103091534_noticia.html

Vamos a esperar la respuesta del TJUE (que sí podría asimilarse más, ahora sí, a lo que cabría considerar “justicia europea”). De momento lo que parece claro es que muy de peso tendrán que ser los argumentos del TJUE para negarle la razón, si lo hiciera, al magistrado del Tribunal Supremo español, en las preguntas y argumentación de alcance que le pone sobre la mesa, frente a un colega suyo belga de un tribunal de inferior nivel que además no se enteró ni de “la fiesta” de cómo está organizada la justicia española, ni sabía que su interlocutor aquí era el Supremo, ni se preocupó de informarse de la causa, ni......Es que lo de “chapucera” que dije antes es demasiado bondadoso para lo que hizo este juececillo de pacotilla de la supuesta (SÓLO supuesta y supuesta sólo por algún desinformado)  “justicia europea”.

”Prueba del nueve” a la vista.

viernes, 26 de marzo de 2021

Reflexiones por Rosa Diez


 

*Estamos tocando fondo*

No se me ocurre humillación mayor para un ser humano que organizar un espectáculo con su dolor para lucrarse de su exhibición.

No se me ocurre vileza mayor que convertir en icono de las mujeres a una persona que exhibe su dolor a cambio de suculentos ingresos económicos.

No se me ocurre irresponsabilidad mayor que ser ministra y participar en un programa de prensa rosa en el que se está comerciando con el dolor de una presunta víctima mientras se sortean 12.000 euros entre los seguidores del espectáculo.

No se me ocurre aberración mayor que sustituir los tribunales de justicia por un plató de televisión.

No se me ocurre un acto de hipocresía mayor que expresar desde la Presidencia del Gobierno la “consternación” por el abuso denunciado en un espectáculo televisivo mientras se hacía caja cuando el mismo personaje se niega a investigar los abusos cometidos contra menores tuteladas bajo su responsabilidad. Y todo porque ellas, las niñas violadas bajo la “protección” de gobiernos de la izquierda, no son mediáticas.

Un país en el que el debate público gira alrededor del juguete roto en el que han convertido a una mujer para que una cadena de televisión haga caja mientras el Gobierno de la Nación destina a las empresas de los amigos del dictador Maduro millones de euros que les niega a los autónomos, a los parados, a las personas más necesitadas… es un país que está tocando fondo.

Un país que sigue entretenido con el show televisivo mientras al Gobierno le “desaparecen” decenas de miles de vacunas y que sitúa a España a la cola de los países europeos en número de personas vacunadas es un país que está tocando fondo.

Un país en el que la ministra de Igualdad, cuyo partido ha sido financiado por Irán, se atreve a decir en sede parlamentaria que “Madrid no es un lugar seguro para las mujeres” es un país que está tocando fondo. Y lo dice ella que vive con un tipo -que es Vicepresidente del Gobierno y su jefe político- que reconoció haberle sustraído la tarjeta del  teléfono a una mujer adulta que trabajaba para él  para “protegerla”…

Un país en el que el alcalde socialista de Palma de Mallorca ha quitado las calles dedicadas a los Almirantes Churruca y Gravina , los dos héroes de Trafalgar  o la del Almirante Cervera, que luchó en la Guerra de Cuba por… ¡franquistas!,  y no pasa nada, es un país que está tocando fondo.

Un país que lleva prácticamente un año sin que la acción del Gobierno sea tutelada de manera efectiva por el Congreso de los Diputados es un país que está tocando fondo.

Un país en el que desde la sede de la Presidencia del Gobierno se organizan mociones de censura para desestabilizar los gobiernos regionales mientras cada día suma miles de infectados y centenares de muertos por el COVID-19 es un país que está tocando fondo.

No hay derecho. No hay derecho a que haya millones de españoles literalmente abandonados  por el Gobierno de la Nación mientras la izquierda institucional utiliza el código de comunicación del reality show para emitir sus mensajes políticos, para mercadear con los sentimientos y las emociones, para sustituir la política por el espectáculo.

No hay derecho a que haya miles ciudadanos –muchos de ellos mujeres- que esperan durante años un juicio justo y sufren en silencio las consecuencias de que en España haya una justicia infradotada de medios materiales y humanos mientras el Gobierno regala millones de euros a las cadenas televisivas que le ayudan a desviar la atención sobre lo verdaderamente importante.

No hay derecho  a que los mayores corruptos y corruptores –terroristas y golpistas- sean encumbrados a la categoría de hombres de Estado por un Gobierno que  quiere expulsar de la escena política a partidos democráticos y a personas libres que no se someten a su jerarquía sectaria y que no aceptan la supremacía moral de esta izquierda que ha decidido romper la convivencia entre españoles para reinar sobre las ruinas de España.

Nada de lo que está ocurriendo en España es producto de la casualidad; todo obedece a un plan de Sánchez y sus acólitos para demoler la democracia, para que los mecanismos de control sean sustituidos por el espectáculo, para que la justicia sea dictada desde un plató de televisión, para que la propaganda sustituya a la información, para que el circo sustituya a la política. No hay “error”, hay estrategia. 

Podemos seguir mirando hacia otra parte, podemos pensar que no es para tanto, podemos engañarnos a nosotros mismos pensando que ya pasará… pero esto se hunde. O nos rebelamos ya… o pronto será demasiado tarde.

 

 

miércoles, 17 de marzo de 2021

¿a qué altura está el cielo?


 

 Todo esto de la astronomía despierta especial interés, me refiero al hecho de que si se calcula la velocidad a la que vamos por el universo, aunque no la notemos, incluida la galaxia, salen cifras  que asustan, sobre todo porque vamos sin seguro. Si cualquiera no llevase seguro en el coche, le  pararía la guardia civil y se lo inmovilizaría.

Por eso entiendo que habría que dotarse a nivel del planeta,  de algún tipo de seguro, de tal manera de que si algún meteorito de dimensiones importantes  viniera hacia nosotros, lo pudiésemos parar. Eso para algunos significaría el mayor logro de la especie humana.

Sin embargo, aunque hay tecnología para la detección de alguno de esos pedruscos, no existe tecnología para evitar la colisión, de ahí que aunque se estime baja la probabilidad, no deberíamos jugar a la lotería y hacerlo algo prioritario, ya que no cuesta tanto si se compara con el resto  del presupuesto total, pues  paralelamente  se puede  continuar con la carrera espacial, por si algo encontrasen por ahí que nos solucionase el tema aquí.

 Pero este argumento no hay manera de que  cuele en especial en el mundo científico, que es donde se proponen los proyectos, y más o menos el contraargumento que exponen es " No voy a estudiar una carrera de 5 años, para atizarle a un pedrusco" o sea que por más que pudiera ser necesaria, es una idea que no tiene glamour.

Tampoco  entre los aficionados a la astronomía, parece que fuera algo mayoritario, ni que exista tal preocupación, aunque quizás fuese desde ese entorno  donde pudiera darse esa presión, para modificar algo que a mí me parece  de sentido común y que nos permitiera dormir algo más tranquilos si se anunciase una  colisión (como ahora duerme alguno en las altas esferas)  .Sus razones habrá.