viernes, 28 de enero de 2011

La cortadora de pepinos.

Un hombre que trabajaba en una fábrica de enlatados le confesó a su mujer que estaba poseído por una terrible obsesión: Introducir su pene en la cortadora de pepinos.

Espantada, la esposa le sugirió que consultara con un psicólogo. El marido prometió que lo pensaría, pero todos los días le repetía a su esposa la misma historia, hasta que ella, harta, un día le dijo:

¡¡Pues mételo y no me fastidies más !!,.. Es tu problema.

Días después, el marido llegó cabizbajo, pálido y profundamente abatido.

- ¿Qué pasó, querido? - Le preguntó la mujer, ...

- ¿Te acuerdas de mi obsesión por meter el pene en la cortadora de pepinos?

- ¡Oh, no! - Gritó la mujer -- ¡Dime que no lo hiciste!

- ¡Sí, si lo hice, lo hice !,....

- ¡Oh, por Dios!, Y. ....... ¿Qué pasó ?,...

- ¡Me despidieron! - Respondió el marido.

- Pero .... y, .. ... eh .... . Qué pasó con la cortadora de pepinos ¿te hizo daño ?,..

- ¡No, no .... También a ella la despidieron.