martes, 2 de febrero de 2010

Vaya Timo.

Hace mucho tiempo que había una nación llamada España, según decían era Una Grande y Libre pasó el tiempo y ahora son como dice Pedro Ruiz cien pequeñas y cabreadas. Me refiero a la España de las autonomías.

Recuerdo cuando el diputado socialista Eduardo Martín Toval, entonces diputado por Barcelona, se presento a dar un mitin, en el Ateneo de Tárrega (Lérida), diciendo las virtudes y bienaventuranzas de las autonomías, entre otras muchas lindezas decía, se eliminaran los trámites administrativos, se eliminaran funcionarios, se eliminara aquel papel que viene de Madrid, ahora se dará aquí. Ja, ja, ja, y yo como tantos y tantos pardillos nos lo creímos y caímos en la trampa votando sí.

Los trámites administrativos se han quintuplicado, los funcionarios doblado, y aquel papel que venía de Madrid, sigue haciéndolo, solo que ahora necesitamos otro papel más autonómico.

Conclusión ni siquiera voy a entrar en el tema de si las autonomías son buenas o malas, eficientes o no, lo que si digo sin temor a equivocarme es que SON CARÍSIMAS, y un País como el nuestro no las puede soportar económicamente.

Por lo tanto a ver si sale algún partido político que esté en contra de este sistema político, y con la mayoría a favor se cambia la Constitución y se inicia una era de prosperidad y bienestar con la III República.