lunes, 26 de abril de 2021

A vueltas con la reforma de las pensiones.


 

Aunque este tema nos afectará poco (o nada incluso) a los ya jubilados o a punto de serlo, creo que es de interés siempre saber qué rumbo puede tomar en próximos años.

Yo estoy convencido, como siempre que en un momento no lejano (ya se va tarde) habrá que girar en alguna medida (no digo que al 100% ni al 60%, pero sí en la medida de lo posible y necesario y desde luego por encima o bastante por encima del 50%) hacia un sistema de capitalización individual, con una mínima proporcionalidad entre lo cotizado (años y cantidades aportadas al sistema) y lo percibido como pensión. Porque si lo pensamos bien, el sistema actual es exactamente igual que los tan mal vistos "sistemas piramidales", que se sostienen para pagar a los niveles de arriba de la pirámide (jubilados en este caso) mientras haya suficientes paganos en los niveles bajos (cotizantes actuales). Cuando la pirámide empieza a invertirse, adelgazándose la base y engordando la punta...."tenemos un problema, Houston".

"Sistema piramidal" no es en sí mismo una estafa, como mucha gente piensa inmediatamente, pero sí es un sistema potencialmente inestable en el tiempo que, como se ha demostrado en la práctica, da pie a que, a fuerza de querer mantenerlo vivo contra corriente cuando la pirámide empieza a invertirse, por las razones que sea, se acabe incurriendo en algo parecido a una estafa como única manera de cuadrar el círculo. Que no será el caso nunca en esto de las pensiones, si aceptamos que el garante en este caso, es decir el Estado, es y va a seguir siempre siendo fiable.

Lo de "alguna medida" razonable, que digo, no es incompatible por definición con mantener un porcentaje de los fondos cotizados (que de todos modos deberían cubrirse con impuestos generales pagados por todos, y no cubrirlos sólo a costa de los jubilados) para la solidaridad necesaria con aquellas personas que, por su trayectoria profesional o por desgracias sobrevenidas no hayan podido cotizar lo suficiente. Pero el grueso de una pensión de jubilación tendría que guardar una proporción justa y razonable con la carrera de cotización de cada uno.