jueves, 1 de septiembre de 2016

El asunto de la jodienda no tiene enmienda.

Leyendo la edición digital del As me asalta el siguiente titular "Los condones de los atletas casi atascan los desagües de la villa", sigo leyendo y parece que se han repartido 450.000 preservativos que dividido por 10.500 deportistas da una de media de 42 por persona.
Los Juegos Extradeportivos han sido sin duda un éxito de algarabía, sin que parezca que hayan perjudicado a los Juegos Olímpicos.
Por un momento estaría a punto de hacer una crítica (relativa) a tales cifras, pero no, reflexiono conmigo mismo, y llego a la conclusión de que si fuera un muchacho en edad de merecer, muy lejano me queda el caso, hubiera puesto cierto empeño en agotar los 42 preservativos.
Viva la vida y el intercambio cultural entre los pueblos.
Posiblemente si la naturaleza no fuese ciega, se habría ahorrado los 250 millones de espermatozoides por eyaculación x 450.000 preservativos = 112.500.000.000.000 espermatozoides tirados a la basura en unos Juegos Olímpicos.
Pobrecitos míos, 112,5 billones de espermatozoides han participado en estos juegos en una carrera por ser el privilegiado en fecundar al óvulo. Los incautos espermatozoides no sabían que los organizadores habían puesto una barrera y no podían llegar a la meta. Todos se han ido al desagüe, salvo los que hayan roto la barrera, que siempre los hay que consiguen la medalla de oro. De todas formas, en esta, como en otras competiciones, solo recordaremos al que llegó primero.

En cambio, el número de óvulos afortunadamente ha sido mucho más comedido y calculando un óvulo por mujer representan unos 4.700 posibles medallas de oro en estos los JJOO.