martes, 2 de febrero de 2016

Ay, ay, anticasta, como os gustan los acomodos de la casta.

Hace poco pudimos ver en las televisiones la cara desencajada de Sr. Íñigo Errejón, compungido porque los miembros de su grupo (o más bien, grupos) se vieron relegados en un buen número a la parte alta de la Cámara.

Solicitaba que por número de escaños obtenidos, sería más lógico que tuvieran una visualización más acorde, de igual manera que el resto de los tres partidos mayoritarios.

Pero la pregunta es, para un partido que es anti-casta, adalid de la transparencia y la regeneración, que mas dará la posición donde estén situados, lo importante no es la labor y el supremo sacrificio que están dispuestos a llevar a cabo en pos de de una sociedad más justa.

Al fin, cuando su líder carismático tome la palabra, lo hará en el atril del Parlamento, como el resto de líderes, y podrá ya que es lo que más le preocupa, chupar luces y cámara a "cascoporrillo".

Pero no, son anti-casta con glamour, no les gusta el gallinero, quieren lo que los técnicos llaman la línea de tv, o sea, eje central e inmediatamente detrás de los asientos del Gobierno.