martes, 1 de noviembre de 2016

Y ahora ¿Que?.

Bueno, el espejo refleja que el Sr. Pedro Sánchez acaba de entregar su Acta de Diputado, ciertamente es la salida más honorable y coherente, amén de la más plausible para tener un recorrido de futuro en el Partido, el tiempo dirá cuan corto o largo resulta el mismo.
Es llamativo que espere al mismísimo día de la votación para concretar su decisión, nada es casual, puede perfectamente sospecharse que haciéndolo a ultimísima hora, tenía de tiempo tengo entendido hasta las 14:00 del día de hoy, la puesta en escena adquiere toda la dimensión de tragedia que quiere transmitir, y de paso resta foco mediático al posible y próximamente investido Presidente.
Se nos va todo hace pensar que temporalmente, el autor de la machacona insistencia del mantra "consultar a las bases", que no es otra cosa que hipotecar al Partido y sus representantes (dirigentes), que no podrán ir al lavabo a miccionar sin una consulta previa y permanente a las bases, importando poco o nada los que realmente otorgan poder político que no son otros que los votantes.    Pero mucho me temo que lo de consultar a las bases sea solo una cuestión temporal, y siempre que se prevea que la resultante sea favorable, y que más pronto que tarde esa nueva forma (asamblearia) de hacer política duerma el sueño de Morfeo, más que nada porque es muy sabido que las consultas/referéndum las carga el diablo y resulta muy incómodo que te tumben tus planteamientos.
Siento tener que repetirme, el Sr. Pedro Sánchez pelea por él mismo, incansablemente, hasta la extenuación, incluso como ha quedado demostrado a costa de perjudicar, cuando no dividir, a ese Partido sin el que no sería gran cosa más allá que un ciudadano con rango de profesor universitario, y sin los oropeles y lustre de un cargo (Secretario General del PSOE) que ni en el más húmedo de sus sueños pudo jamás aspirar.
Efectivamente, el sueño empezó cuando fue aupado al cargo entre otros por la mismísima Susana Díaz, una especie de estate aquí y guárdame el sitio para cuando a mí me vaya bien, todo ello en orden a taponar el nombramiento del Sr. Eduardo Madina.    Pero claro está que una vez saboreadas las mieles del poder, el político gris y mediocre que representa el Sr. Pedro Sánchez, se vio invadido de unas aspiraciones napoleónicas y empezó a conspirar y actuar en pos de nada más y nada menos que la Presidencia del Gobierno, un gobierno que alguien bautizó como un Gobierno Frankenstein, como diría un viejo periodista deportivo:
"Ni el Sr. Pedro Sánchez podía llegar a mas, ni España a menos"
Ciertamente, es el caso, viene al pelo del personaje, por mucho que hubo un mitin en el que se instaló una con unas dimensiones estratosféricas, es lo que tiene el falso converso, es lo que tiene el impostado, que se pasa medida, pero después viene el inexorable peso de tus actuaciones, esas son las únicas que dan la medida de tu bandera.
Textualmente ha dicho que "Trabajaré para refundar el partido en un Congreso", casi nada, un Partido con más o menos 137 años de historia y como es lógico con toda suerte de avatares, tiene que esperar a que un pretendido salvador de las esencias (las suyas) tenga a bien "refundarlo", o sea, o él o el caos, se despide al borde del llanto y avisa subterráneamente de que habrá que pasar cuentas.

En todo caso, no me duelen prendas, acabo como empecé, parece que bien aconsejado a tomado la decisión más coherente, por una vez y sin que sirva de antecedente ni de precedente.