jueves, 31 de julio de 2014

Vaya ganado que tenemos.

¿Veremos alguna vez a Urdangarín sentado en el banquillo? ¿Y a los de la trama Gürtel? ¿Y a los protagonistas de ese fraude coral organizado en torno a los Eres andaluces? Si eso llega a ocurrir, en el supuesto de que los encausados fueran encontrados culpables y finalmente condenados a penas de prisión, ¿pisarán alguna vez la cárcel? ¿Estaremos vivos para verlo? ¿Estarán vivos ellos?

Los casos Fabra y Matas son una especie de prueba del nueve para contestar alguna de las anteriores preguntas: empezaremos a pensar que esto va en serio y que no nos están tomando el pelo el día en que el castellonense y el balear acaben por fin en chirona, después de haber conseguido prolongar durante lustros sus procesos defendiéndose como gatos panza arriba para intentar evitar la condena. Tras denegarle el indulto el gobierno, hace más de una semana que Matas tenía cinco días para entrar en prisión. Pues bien, a día de hoy, todavía le siguen quedando los mismos cinco días. ¿Alguien entiende algo? Que si tiene que recoger un papel, que si el papel está en Baleares, que si ahora está en Madrid. Me imagino a ese amable funcionario, armado de porra y pistola, en el domicilio de Matas.
Me imagino a Fabra, en su mansión veraniega, consolado por su querida hija Andrea, un poco deslenguada ella cuando ocupa su escaño en el congreso de los diputados, pero taaannn cariñosa.
- Voy a recurrir al Constitucional, cariño, pero lo que no voy a hacer es pedir el indulto si no me dan la razón. Me voy al talego ya, que estoy hasta las narices, a ver si acabo con esto de una vez
- Pero hombre, papá, a lo mejor a ti sí te conceden el indulto, que Mariano te quiere mucho.
Risa floja de fondo al escuchar la palabra “prometer”. Una cosa es prometer y otra cumplir, deben pensar. Esta temporada, el eslogan del partido al que pertenecen es “Cumplimos”, pero en ningún sitio especifican que lo que cumplen tenga nada que ver con lo que prometieron.

En Baleares ya hay en la cárcel casi una docena de responsables políticos por corrupción, Bárcenas lleva más de un año en prisión preventiva… pero hasta que no llegue el día en que, a la entrada del penal, les quiten las corbatas y los cordones de los zapatos a Fabra y a Matas y empiecen a cumplir sus condenas, no quedará inaugurado el verdadero desfile, el desfile de los corruptos pata negra.