lunes, 27 de octubre de 2008

“Hasta que la hipoteca nos separe”.

”. La frase está en la calle. Y no puede ser más acertada. Parejas de mileuristas que en los años del boom inmobiliario se hipotecaron juntas alegremente para adquirir viviendas sobré valoradas, ven ahora cómo el amor se terminó, pero no la posibilidad de separar su convivencia. La hipoteca les encadena.

El contexto actual, en el que la compraventa de viviendas ha caído drásticamente un 27,6% en la primera mitad del año, mientras que la concesión de hipotecas se ha endurecido en 2008 hasta alcanzar el mínimo histórico de entre el 4% y el 5%, ello no facilita las cosas a los recién divorciados que quieren rehacer su vida con otra persona.

El director de Separacionline.com, empresa especializada en la tramitación de divorcios on line, constata la tendencia: “En el último año hemos empezado a notar un considerable aumento de parejas que se divorcian y deciden seguir viviendo en el domicilio conyugal hasta que vendan la casa. Y también hemos tenemos casos de parejas que posponen el divorcio hasta que solucionen el problema de la vivienda”. “Es evidente que no les apetece seguir viviendo juntos, sino que es la situación del mercado inmobiliario la que les obliga”.