lunes, 2 de agosto de 2010

Lo pagareis con votos.

El Parlamento catalán, respondiendo a una ILP (Iniciativa Legislativa Popular), ha votado para prohibir las corridas de toros en Cataluña. Hay dos partidos que han asegurado su voto favorable a la prohibición (ERC e ICV).

Otros dos -PSC y CiU- que han dado libertad de voto, y PP y Ciudadanos que votarán en contra.

Si entre PSC y CiU se consiguen 35 votos favorables a la ILP -cosa bastante probable- las corridas de toros podrían pasar a la historia en Cataluña (salvo que el PP y Ciudadanos se empeñen en seguir aumentando su impopularidad en Cataluña si deciden apelar).

No me gustan las corridas de toros, pero respeto profundamente a quienes les gusten. Sin embargo, no deja de alucinarme la obsesión liberticida e intervencionista de los diferentes gobiernos catalanes. Y, sobre todo, la anti españolidad que destilan muchas de sus leyes. Esta ley no revierte ningún beneficio a Cataluña. Lo que pretende es simple y llanamente jo...robar. Es como la rabieta del niñato de papá con sus rigurosos padres.

Y me hace un pelín de gracia que pongan la justificación de defender al indefenso animal, cuando existe una tradición enraizada en Cataluña, los castellers que expone a niños pequeños a caídas que ya han causado por desgracia alguna muerte o lesiones vertebrales o craneoencefálicas (Ahora, se está imponiendo el casco para los más pequeños, lo cual no elimina el peligro).

También suelen coincidir en su amor por la vida del toro los mismos que no tienen reparo en estar a favor del aborto libre. La vida del toro, para ellos, debe ser mucho más valiosa que la del feto -el ser humano- que se gesta en el vientre de una mujer. Curiosamente también sería interesante que nos informaran los prohibicionistas lo que harían con los toros una vez se hubiera conseguido la prohibición en todos los lugares donde se celebran corridas.

¿Se haría cargo de ellos la Generalitat?