El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido eliminar la estatua
erigida en memoria de Antonio López y López, Marqués de Comillas, nacido en
Cantabria pero durante años residente (Palacio Moja) y fallecido en Barcelona.
Y quitarle su nombre a la plaza.
Parece ser que amasó su gran fortuna, primero, con el esclavismo y el negocio de tráfico negrero en Cuba, donde había emigrado. y poseyó, junto con el primer buque a vapor español, plantaciones de caña de azúcar y cafetales (negocios con gran uso de esclavos como mano de obra).
Pero luego fue un gran empresario y banquero que hizo mucho por Barcelona, dirigiendo compañías de ferrocarriles y, especialmente, fundando la naviera Compañía Trasatlántica Española, así como la Compañía de Tabacos de Filipinas, con sede en Barcelona, y una de las pocas empresas de características de "multinacional" que ha tenido España y que ha durado hasta hace poco.
Odiemos el pecado pero no al pecador. Y en su época la esclavitud no era delito: George Washington, Thomas Jefferson, Andrew Jackson y muchos de los "Padres de la Patria" de los Estados Unidos eran propietarios de esclavos negros en sus haciendas agrícolas (tabaco y algodón) y no por esto los han borrado de los libros de historia ni ha dejado de celebrarse su memoria: crearon un gran país, en un contexto muy distinto del de ahora.
Y los hipócritas que ahora quitan estatuas a grandes próceres, mejor harían combatiendo, no la esclavitud de otros siglos, sino la que, desgraciadamente, todavía pervive en muchos países con los que mantenemos relaciones comerciales sin darnos asco...
Parece ser que amasó su gran fortuna, primero, con el esclavismo y el negocio de tráfico negrero en Cuba, donde había emigrado. y poseyó, junto con el primer buque a vapor español, plantaciones de caña de azúcar y cafetales (negocios con gran uso de esclavos como mano de obra).
Pero luego fue un gran empresario y banquero que hizo mucho por Barcelona, dirigiendo compañías de ferrocarriles y, especialmente, fundando la naviera Compañía Trasatlántica Española, así como la Compañía de Tabacos de Filipinas, con sede en Barcelona, y una de las pocas empresas de características de "multinacional" que ha tenido España y que ha durado hasta hace poco.
Odiemos el pecado pero no al pecador. Y en su época la esclavitud no era delito: George Washington, Thomas Jefferson, Andrew Jackson y muchos de los "Padres de la Patria" de los Estados Unidos eran propietarios de esclavos negros en sus haciendas agrícolas (tabaco y algodón) y no por esto los han borrado de los libros de historia ni ha dejado de celebrarse su memoria: crearon un gran país, en un contexto muy distinto del de ahora.
Y los hipócritas que ahora quitan estatuas a grandes próceres, mejor harían combatiendo, no la esclavitud de otros siglos, sino la que, desgraciadamente, todavía pervive en muchos países con los que mantenemos relaciones comerciales sin darnos asco...
No hay comentarios:
Publicar un comentario