Para sorpresa, probablemente, de unos; disgusto, seguramente, de otros, y solaz, tal vez, de otros más, reproduzco los últimos párrafos del artículo:
¿Se cumplirá su profecía: la autodestrucción del capitalismo? Incluso explicó cómo sería. Lean, lean.
Los productos y mercancías perderán su valor real (utilidad y el trabajo invertido en su producción), para convertirse en fetiches sobre valorados por cualidades intangibles como el diseño o la marca.
Los empresarios infundirán en los obreros la falsa necesidad de comprar esos carísimos productos (vivienda, tecnología...) y, por tanto, les obligarán a hipotecarse y endeudarse hasta un punto intolerable.
Por fin, esas deudas impagadas provocarán la quiebra de la banca, que será nacionalizada, y los Estados emprenderán un camino sin retorno hacia el comunismo.
Palabra de Marx. Te alabamos Señor.
Bueno, bueno, bueno, no conocía esta faceta del amigo Marx por lo que se ve además de barbudo iluminado, también era adivino ja ja ja, no hay que ser muy inteligentes para ver que la economía mundial, iba a terminar así y esperar que aún no nos ha llegado lo peor.
martes, 9 de diciembre de 2008
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