¿Esto apunta a que regresará el próximo otoño?.
Las conclusiones a las que yo he llegado y que me atrevo a
exponer, basándome, como la mayoría de las veces lo hago, en el análisis de la
información que nos dan los medios, en la propia experiencia de la vida, en la
lógica, en mí poca formación, y quizás en la intuición.
El coronavirus, o la epidemia provocada por el SARS-CoV-2, o
Covid-19, que todavía no sé porque tantos nombres y no le ponen el nombre que
merece “La peste china”, fabricado, o por mutación del mismo, algo que
difícilmente se podrá demostrar o saber con certeza. Ha llegado al hombre para
quedarse por un largo tiempo.
Creo que el factor ambiental como la temperatura y la humedad
pueden estar relacionados con una mayor o más fácil contaminación de este y
otros virus entre los humanos, no tanto con su gravedad. Pero también creo que
hay otros factores a tener en cuenta que quizás influyan en su fácil
contaminación y aún más en su gravedad, como es el mayor o menos grado de
acidificación de nuestro cuerpo, reflejado en las patologías que padecemos y en
el pH de la sangre y la orina.
El pH de la sangre parece ser, que se mantiene constante en
nuestro cuerpo y suele oscilar entre 7,35 y 7,45 ligeramente alcalino. Se
mantiene constante, aunque el cuerpo tienda a la acidez, o este acido, porque
nuestro organismo busca su propio equilibrio, y lo hace extrayendo sales
minerales de donde las tiene (huesos, cartílagos, colágeno, etc.) para mantener
ese pH de equilibrio. De ahí los problemas que a medida que nos vamos haciendo
mayores, empecemos a padecer de articulaciones, huesos y, piel frágil y débil,
según el grado de acidez que tenemos. Aunque en los análisis de sangre que nos
hagan tengamos las sales minerales a un nivel óptimo.
El pH de la orina, aunque no parezca, y no le den tanta
importancia los médicos en los análisis que nos hacen, refleja el pH del
terreno que envuelve a las células de todo nuestro organismo y suele oscilar de
entre 4,6 a 8. Siendo el pH ideal el neutral o ligeramente alcalino (7/7,4).
De todos es sabido que los microbios, bacterias, parásitos, y
virus, anidan y se desarrollan mejor en un medio acido que alcalino de ahí la
importancia de mantener a nuestro cuerpo con el pH ligeramente alcalino. Por
eso cuanto más jóvenes somos menos acideces y toxicidades acumulamos en nuestro
organismo y por esta causa, pienso yo, los niños son los menos contaminados y
con menos gravedad, en la pandemia del coronavirus, después los jóvenes y así
sucesivamente hasta llegar a los mayores que son los que más fácil se contagian
y con mayor gravedad por las toxicidades y acideces acumulamos en el organismo.
Como es lógico pensar la acidez está relacionada claramente
con los alimentos que digerimos y con la suciedad que vamos acumulando en el
tiempo dentro de nosotros mismos. Por tanto, es recomendable, bajo mi punto de
vista, para mantener a este y a otros virus a raya, tomar alimentos que
produzcan la menos acidez posible, como las frutas, verduras, frutas secas y en
todo caso legumbres por aquello de las proteínas, y menos carne, pescado,
productos enlatados y lácteos entre otros que acidifican fuertemente el
organismo. Y si es posible y nos atrevemos limpiarnos por dentro haciendo
limpiezas hepáticas, de colon, riñones y ayunos.