Cualquier gobierno, cualquiera, apela al concepto de "la
confianza" para copar las Direcciones Generales, y consecuentemente toda
la escala de cargos que se derivan, amén de consejos de Administración de
empresas públicas, semi públicas, y algunas privadas, eso es así y no parece
tener remedio desde el principio de los tiempos. Se entiende que un gobierno sitúe en
puestos de dirección a personas capacitadas, de reconocido prestigio, y sí,
como no, que tengan una visión similar e idónea a quién en ese momento dirige
la labor de gobierno, el problema surge cuando el mérito profesional, la
experiencia demostrada, etc., no son el primer motivo de elección, a menudo
incluso no tienen nada que ver y se prima por encima de todo "la confianza".
El penúltimo caso (nunca el último) ha sido la destitución del
coronel Pérez de los Cobos, que efectivamente y en contra de lo afirmado,
cometió el delito de no saltarse la ley y no informar más que a la jueza que
instruye la causa, era meridianamente claro pero se negó por activa y por
pasiva, es decir faltó a "la confianza", a esos efectos las
manifestaciones del ministro del Interior Sr. Grande-Marlaska eran un insulto a
la inteligencia.
Interior destituyó a Pérez de los Cobos por “no informar del
desarrollo de investigaciones” de la Guardia Civil, según una nota interna |
España | EL PAÍS.
Interior admite ahora que cesó a Pérez de los Cobos por no
comunicar la investigación sobre el 8-M en España.
Interior reconoce que sí sondeó a De los Cobos por el informe.
Una nota interna contradice a Marlaska y confirma que De los
Cobos fue cesado "por no informar de investigaciones".
Interior admite que el cese de Pérez de los Cobos fue por
incumplir la comunicación de actuaciones .
Cuando se habla de confianza, ¿a qué confianza se refieren?,
¿confianza profesional? (aceptable), ¿confianza personal? (aceptable si se
cumplen el resto de requisitos), ¿o estrictamente a la confianza política?,
siendo como es esto último, coño, esto ya se inventó en la época del dictador,
a "la confianza" de hoy en día se le llamaba ... ... ...
"adhesión inquebrantable e impasible el ademán".