Viendo como respiran todos los
que tienen el poder en nuestro país, incluidos los medios y los llamados
expertos, al servicio de estos (políticos, poder económico y financiero). El
futuro de las pensiones cada vez se me antoja más incierto y más problemático,
tanto para su actualización con arreglo al IPC, todos los años, como para su
sostenibilidad en el tiempo.
Con el actual sistema que tenemos de financiación de las
pensiones, sólo con las cuotas a la SS de los que están en activo, parece estar
claro que no llega; por lo que resulta necesario tirar de los PGE hasta
completar su déficit, cosa que, hoy por hoy, tiene muchas resistencias dentro y
fuera de nuestro País, por el impacto que puede suponer tanto en el déficit
como en la deuda del Estado. Siendo conscientes de esto (déficit y deuda del
Estado) y que, de aumentarlo indefinidamente, si nos dejan, iremos a parar a la
bancarrota. Está claro que el gobierno y los partidos políticos que se reparten
el poder en nuestro País, junto con los poderes económicos y los medios a su
servicio, que los secundan, sólo encuentran una solución al problema, recortar
gastos en los servicios esenciales, pensiones, sanidad y enseñanza y en todo
caso la de subir impuestos que al final todos sabemos que repercutirán de alguna
manera, como siempre y espacialmente, en la clase media, en los asalariados.
Ni unos ni otros buscan
soluciones que garanticen, tanto las pensiones de hoy como las de mañana. Son
incapaces de proponer soluciones duraderas, justas, asumibles y creíbles, cambios
que garanticen su viabilidad a largo plazo. Y no lo hacen porque una de dos o
siguen recortando de alguna manera los servicios básicos del Estado o tienen
que recortar en los gastos políticos, subvenciones y mamandurrias, verdadera
sangría del país, que todos los españoles tenemos que pagar con nuestros
impuestos y que ellos no están dispuestos a asumir.
Digo lo anterior, a sabiendas
de que es posible que no guste a muchos que puedan tener vinculaciones con
algún partido político o sindicato. Pero si hemos decidido hacer nuestras
reivindicaciones para no seguir perdiendo paulatinamente poder adquisitivo y
asegurar las pensiones de hoy y de mañana, sin ir a la estela de ningún partido
político o sindicato. Tendremos que denunciar y proponer, libremente, a los que
tienen el poder, las soluciones que, algunos, entendemos son fundamentales para
solucionar el problema, guste o no guste a los que tienen el poder.
Vivimos en un país de vampiros
que nos chupan la sangre sin piedad. Vampiros que dominan la economía, los
medios y la política. Todos sus esfuerzos van encaminados a conseguir el poder
y a perpetuarse en él, la mayor parte del tiempo posible, sin importarles para
nada los problemas profundos y básicos de la sociedad como son, el trabajo, las
pensiones de los jubilados, la sanidad, la enseñanza y la vivienda.