Cuando se implantó el límite de 110 km/h según fuera el Estado, o las comunidades autónomas, en la mayoría de los casos se colocó una pegatina completa sobre el disco de la señal, en otros casos se optó por una pegatina parcial solo del “1” para tapar el “2” y en algunos casos los menos se optó por sustituir la señal completa.
Esta operación le costó al Estado unos 250.000 euros (si lo preferís 0,25 millones, y para tener una referencia sobre su magnitud, hay que recordar que el presupuesto del Ministerio de Fomento para 2011 es de unos 13.626 millones de euros).
Pasada la tontuna del Gobierno, ahora toca volver a reponer las señales al 120 km/h previo, pero si pensábamos que sería tan sencillo como retirar las pegatinas con el 110 km/h, nos hemos equivocado. Las nuevas pegatinas supondrán un gasto para el Estado similar al de las anteriores, aproximadamente 230.000 euros o (0,25 millones).
No pienso caer en la demagogia, ni quiero que se me malinterprete, pero, ¿no os da bastante pena tener que volver a gastar dinero en nuevas pegatinas?, ¿no se podría haber previsto un sistema de cambio que fuera más removible? (va a resultar que los que optaron por cambiar la señal acertaron). porque si sumamos los dos gastos representan 480.000 euros del ala o (0,48 millones). Quiere decir que la bromita de las pegatinas nos va a salir por casi medio millón de euros.
Me gustaría saber quién es el fabricante de las pegatinas y qué relación tiene con el Partido Socialista, porque según me han llegado rumores que podría tratarse de un hermano de un anterior vicepresidente, en fin no hagamos caso como decía la canción son rumores, son rumores.
miércoles, 29 de junio de 2011
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