Zapatero y su Gobierno nos pasman más y más cada día. Ahora, tras eliminar el Impuesto sobre Patrimonio, no sabe qué hacer con el de Sucesiones. Ya se comento que eliminarlo era un error mayúsculo, sólo conveniente para las grandes fortunas y nuevos ricos, forjados a la sombra del ladrillo. Por eso duda ahora el Presidente entre imponer un tipo mínimo del 10% a las sucesiones y un máximo del 18% o soltarle la patata caliente a las autonomías. El Estado está seco, a pesar de haber redactado unos Presupuestos Generales del Estado basados en datos más bien falsos, dado el empeoramiento de la situación a la que nos aboca la crisis financiera.
Por si fuera poco lió eso de las sucesiones, las autonomías establecen diferencias brutales entre españoles. Comenta una persona bien informada que miles de catalanes ricos, se están desempadronando en Cataluña, para darse de alta en Madrid. “La pele es la pela”, ¿La causa? que Doña Espe bonifica hasta el 99% del impuesto de sucesiones de sus administrados (el impuesto no puede eliminarlo, pero sí bonificarlo). Ya veis, qué imaginación hay que echarle al asunto para entender que más injusticia sea la solución de nada. Porque son los ricos los causantes de la crisis, con sus aberrantes inversiones especulativas, de engorde de cifras y de promoción del endeudamiento de las clases medias-bajas.
lunes, 1 de diciembre de 2008
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