jueves, 10 de septiembre de 2020

Somos los campeones.


Eso se lee en todas las estadísticas sobre infección del coronavirus en Europa, somos los campeones, la verdad es que tenemos algunos récor que podían ser “Guinness” somos los campeones mundiales en políticos profesionales, triplicamos a Alemania, somos campeones en coches oficiales, en partidos políticos con chorizos, pero hay que dar a cada uno lo que se merece, igual que en la anterior pandemia conocida como “la gripe española”  que no se generó en España si no en Francia, en esta del coronavirus chino, llegaremos a conocerlo como el Covid torero, no porque tengamos que ver nada si no por haber sido los campeones mundiales en infecciones por número de habitantes.

Como decía anteriormente a cada uno hay que reconocerle lo que es verdad, ¿y que es verdad? Verdad es que después de la pandemia y el encierro de tres meses en casa, el control parecía estar contra las cuerdas, vaya yo era uno que tenis previsto un viaje a New York para septiembre y pensaba que para esas fechas ya estaría la cosa controlada lo suficientemente como para poder desplazarnos a otros países, pero la realidad es que no ha sido así. ¿Cómo empezó el rebrote? Fácil si hacemos un poco de memoria se inicio con unos cuantos trabajadores del campo inmigrantes y sin papeles que estaban infectados en la provincia de hueca, de aquí se pasó a Lérida con los mismos infectados, así, así hasta llegar a la actualidad.

¿De dónde nos están entrando las infecciones?, o es que somos mas feos que los demás europeos, no lo que nos pasa que ante un gobierno de la ultraizquierda inútil e incompetente, como no son capaces de frenar la inmigración ilegal cada año nos entran en España unos 640.000 nuevos ilegales, según información de la prensa un 20% vienen infectados, lo que hace que un total de 128.000 infectados.

Como puede pasar la comunidad europea de este problema que tenemos en el sur, como pueden dejarnos tan solos ante la avalancha de inmigrantes los países del norte, pues es fácil, como aquel que va por la calle y le dice a un señor que estaba junto a un burro en la calle, oiga le pelo el burro, y este le contesta vale, una vez esquilado el pollino, el esquilador le pide el dinero de su trabajo al señor y este le contesta con “el burro no es mío”. Esto es lo que está pasando con europeos respecto a la inmigración que el burro no es suyo ellos no tienen este problema, veras como si España se dedicara a llenar autobuses de inmigrantes y los fuera repartiendo por Europa como se darían pronto cuenta de lo mal que se están portando con nosotros y de lo egoístas que son.

Por eso lo de Europa es un sueño hay demasiados intereses para que podamos llegar juntos a un buen puerto.