El Gobierno recauda 437 millones de euros por el sistema de
subasta de frecuencias de nuevas redes móviles
Con el objetivo de situarse en la parrilla de salida de
Europa, el Gobierno ha recaudado 437 millones de euros en la subasta pública de
frecuencias para el desarrollo de las redes móviles de quinta generación, las
redes 5G. Una tecnología aún en fase de desarrollo y que supondrá cerrar el
círculo de la conectividad total en los próximos años cuando se materialice su
despliegue comercial previsto para 2020. Sus promesas: descargas más rápidas,
conexiones estables y mayor cobertura.
Durante el periodo de adjudicación se han subastado 200 MHz en
la banda de frecuencias de 3,6-3,8 GHz, destinadas a la cobertura urbana. Orange
(con 60 MHz), Telefónica (50 MHz) y Vodafone (con 90 MHz) han sido las
principales compañías de telecomunicaciones que aspiran a integrar en sus
planes estas conexiones. Para las otras dos bandas identificadas para el 5G, la
de 26 GHz y las 700 MHz, esta última ocupada actualmente por los servicios de
Televisión Digital Terrestre (TDT), todavía no existe una fecha prevista.
Según las previsiones, la llegada del 5G en todos los sectores
en España tendrá un impacto económico de hasta 14.600 millones de euros antes
de 2025.
Estas conexiones serán al menos cuarenta veces más rápidas que
las proporcionadas por las redes 4G pero, además, introducirán un factor
diferencial: una menor latencia, es decir, los retardos temporales dentro de
una red. Un atributo esencial para el desarrollo de nuevos modelos de negocio
que requieran de un tiempo de respuesta más rápido entre dispositivos.
Tras años de ensayos y desarrollo, la era del 5G ya ha
colocado su primera piedra. Lo más importante es que tendrá un gran impacto en
infinidad de sectores industriales que, sin lugar a dudas, harán evolucionar a
las ciudades en las próximas décadas. Un área que irá mutando será el del
tráfico rodado. Al calor de los avances en conducción autónoma, estas redes
servirán para que los vehículos puedan «hablar» entre ellos, interactuar con el
entorno y circular sin conductor.
A su vez, esta tecnología será la punta de lanza de un cambio
industrial. Dará pie a la salud conectada, a la telemedicina, al auge de los
drones, a la robotización de las empresas, a la sensorización de lo que ya se
conoce como la Cuarta Revolución Industrial. A nivel de consumo, los ciudadanos
presenciarán también cómo su entorno doméstico cambia por completo. Los
fabricantes de tecnología han empezado a inundar los mercados con aparatos de
todo tipo que se pueden meter en el saco del «internet de las cosas». Una
filosofía que describe a todos esos aparatos que ofrecen nuevas funcionalidades
por el mero hecho de conectarse a internet.
Principales prestaciones:
- El coche autónomo: El 5G será una de las bases tecnológicas
para su desarrollo.
- Internet de las cosas: En el futuro los aparatos domésticos
estarán conectados.
- Industria 4.0: Las empresas se podrán beneficiar de la
robotización.
- Nuevos servicios: Realidad virtual, «streaming» y vídeo de
mayor calidad.