El 15 de agosto se publicó una de las cartas al director,en un periódico de tirada nacional, una titulada «La honra de los suicidas», firmada por un lector de Cadaqués, en la que se afirmaba que Franco, durante casi cuarenta años, lució en su pecho la cruz laureada de San Fernando, que nunca le fue concedida.
Esta afirmación es totalmente falsa pues, a petición del primer Ayuntamiento que tuvo Madrid después de terminar la guerra civil, para que se le concediese al Generalísimo Franco la Laureada de San Fernando, el general Dávila firmó el 13 de mayo de 1939 el decreto de su concesión, que entregó a Franco en el Consejo de Ministros celebrado en Burgos dos días más tarde.
Por lo tanto, creo que le conviene a dicho lector que, antes de escribir mentiras, se documente y lea, entre otras, la gran obra Franco. Un siglo de España, del historiador Ricardo de la Cierva.
viernes, 3 de octubre de 2008
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