Como cada cual tendrá sus buenas razones especialmente los
que vivan y conozcan su problemática, pero como los demás no las conocemos, es muy difícil apoyarlas.
envío este aporte por si se alguien se
anima a plantearlas.
Según me comentaba un compañero parece ser que con la
descentralización, la coordinación entre las zonas no está conseguida, pues el
fuego no entiende de fronteras, ni de
utilizar todos los medios disponibles,
por lo que si no se consiguiera, la recentralización sería una alternativa interesante.
La fórmula del satélite, que aún posible, por lo que conozco
no se utiliza en prevención debido en parte a que habría que completarlo con al
menos 2 más en órbita ya que la actual solo cubre 8 horas, y aunque es posible no se utilizan
los datos para pasar los avisos . Con el software adecuado sería fácil filtrar
los que son autorizados para evitar las falsas alarmas. Y sobre todo haría más
efecto su poder disuasivo del que se conocen en otro sector como el pegasus de tráfico.
Posteriormente sí que tiene
utilidad para los informes y tasar las áreas afectadas, al igual que se
utilizan drones para informes y para
reforestar plantando semillas en zonas poco accesibles, con un
sistema rotor que va soltando las semillas según vuela.
A la vista de los nuevos adelantos para provocarlos como el
enviar dispositivos incendiarios y el posible uso de drones como se comentó el
incendio de Diciembre después de las elecciones por el norte, dado la sucesión
de focos parece que habría que ver otras
opciones.
Quien haya viajado a Francia se habrá percatado que los
bosques están parcelados y el terreno es más bien plano . En España que es más
montañoso algo se podrá hacer a la hora
de hacer cortafuegos, donde podría utilizarse la biomasa, que fijaría la población.
Para ello habría que cambiar el chip y pensar en lo irremediable ,de que se va
a quemar si o si ,de esa forma podríamos caer en la cuenta que es mejor la
parcelación que no haya nada, por lo
que la realización de cortafuegos
cobraría peso ,y de paso se quitaría el incentivo al autor de hacer algo grande, disminuyendo
de paso los efectos de las negligencias.