La imagen del hemiciclo del Congreso casi vacío, es demoledora para la clase política, salta a los medios de comunicación de forma recurrente, la última de estas imágenes se produjo el pasado 12 de noviembre durante una de las sesiones plenarias que el Congreso ha dedicado a debatir los Presupuestos Generales del Estado. Ese día en la Cámara, sólo había un 20% de sus efectivos (de los 350 diputados, sólo había 70). La diversidad de tareas de los diputados en el desarrollo de su condición de parlamentarios Además de contestar cartas, recibir visitas, atender a los medios de comunicación, preparar enmiendas e intervenciones en las distintas comisiones a que pertenece cada diputado, no querremos que también tengan que asistir a las sesiones del Parlamento.
En la Cámara Baja hay quien opina que se une "la desmotivación y la frustración" de algunas señorías con la vagancia, justo a los cinco o seis meses de iniciarse la legislatura, se produce un bajón en la asistencia a los plenos, justo el tiempo que tardan algunos diputados jóvenes en darse cuenta de que la política no consiste en salir en los medios si no cobrar un buen sueldo sin pegarle un palo al agua.
Esto no es como el mundo de la empresa privada, donde el jefe manda y los demás obedecemos. Aquí todos son jefes, lo único que elegidos por sus empleados. Así que solo vienen a "Calentar la silla, deberían plantearse "cómo regular la actividad para mejorar la eficacia de nuestros políticos, para que su tiempo le sea rentable a este país".
Quien no quiera ser diputado que renuncie a su escaño, mira que fácil lo tiene, de momento aquí no se obliga a nadie, según ellos dicen que vienen a servir al pueblo, no a servirse del Ídem, pero no es verdad. Como cantaba el grupo Jarcha en la canción de las bien aventuranzas: “Bien aventurados sean los políticos de oficio, que trabajan para el pueblo y ello les da beneficio”.
martes, 2 de diciembre de 2008
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