Hoy he sido testigo
de este hecho, que alguien puede
encuadrar en la guerra generacional,
dentro del autobús, en las primeras plazas
hay asientos destinados
preferentemente a las personas con dificultades y mayores. Resulta que una
chica joven se ha sentado en uno de
ellos porque estaba libre, y un señor
mayor que estaba en frente le ha echado
una bronca, con lo que la chiquilla
asustada, y sin decir palabra, se ha levantado. Y ha dejado libre el asiento,
no habiendo nadie para ocuparlo.
Enfocado por lo actitud personal, entiendo que hay que
respetar a todo el mundo, y no habría necesidad de echar la bronca a nadie,
teniendo el lenguaje otras alternativas, pues incluso si hubiera una persona mayor esperando, siempre está la
diplomacia y se le puede indicar amablemente si no le importaría que se sentase
esta persona, puesto que hay un signo de reserva.
Como alguien en
parecida situación en el metro, le dijo a una joven de 20 años en tono de
superioridad "ya te podrías
levantar para que se siente esta
persona" señalando a un anciano y la chica le echo una bronca altisonante del tipo " que ella se había
levantado a las 6 de la mañana, y que no se iba a levantar por alguien que no
tenía nada que hacer". Animándolo
otro intelectual embutido en unos
cascos de unos 30 años que la apoyaba
diciendo quitándose uno de los cascos
"de que la persona que le recriminó no tenía ninguna legitimidad
moral para hacerlo".
En los dos casos interpreto lo mismo, una falta de respeto,
tanto de los mayores en una como de la joven en otra.
En todo caso cada cual tendrá sus decisiones personales, y
su forma de verlo, quizás sería bueno al menos no actuar como Torroba el de la copla, "igualdad grita por la calle el jorobado Torroba, y no se
sabe si quiere verse sin joroba o nos quiere jorobar".