Noventa altos cargos, exdiputados y personal eventual del
Govern cesados con el 155 han sido recolocados en la Administración pública
catalana. Representan un tercio de los despedidos durante la intervención de la
Generalitat por parte del Gobierno central y son en su mayoría personas
vinculadas a los partidos independentistas de la coalición en el poder. La
mayoría ha recuperado el mismo lugar de trabajo u ocupaciones parecidas, aunque
hay casos de cambios significativos de responsabilidad o de ascensos.
Los casos más relevantes son los de los exconsejeros de
Cultura y de Agricultura, Lluís Puig i Meritxell Serret, que han sido
nombrados, respectivamente, director del Programa para el Desarrollo de
Proyectos Culturales de Ámbito Internacional y delegada del Govern ante la
Unión Europea. Puig y Serret huyeron a Bélgica en octubre del año pasado para
evitar su procesamiento en España.
El programa que dirige Puig es de nuevo cuño y por esta tarea
recibe un sueldo anual bruto de 85.769 euros. El de Serret al frente de la
delegación de la Generalitat en Bruselas no se ha hecho todavía público pero su
antecesor, Amadeu Altafaj, percibía 81.395 euros anuales. Altafaj abandonó la
vida pública y política tras su cese con el 155, y actualmente es director de
la productora Lavinia en Bruselas.
Para mí está claro que la única forma de erradicar el
conflicto es dejando de alimentar a los secesionistas con buenos sueldos,
suspendiendo la autonomía indefinidamente para que los secesionistas dejen de
chupar del Estado. De ninguna otra forma esto tiene solución y la pena es que
los oligarcas de los partidos políticos que tenemos son incapaces de hacer nada
en este sentido. Estos (los partidos políticos y sus oligarcas a la cabeza)
arruinarán y destruirán España, si el pueblo no les da la espalda, y sigue
dejándose manipular por las ideologías o intereses de unos u otros.
No gastemos energías discutiendo sobre quien lo hace peor, o
sacando la cara por alguno de ellos, ninguno se merece nuestra confianza, según
mi criterio. Pensemos con libertad, sin condicionamientos, basándonos en los
hechos y no en el teatro y la manipulación de los partidos políticos y los
medios que tenemos. Ellos son los principales culpables del deterioro del
estado político económico y social que padecemos.
Viendo estas cosas, cabe preguntarse ¿estamos en vías de
solución del problema secesionista catalán, o por el contrario estamos igual o
peor que antes de la aplicación del artículo 155? Yo pienso que estamos peor,
pues está claro que los secesionistas se están reforzando cada vez más y el
gobierno central lejos de hacer algo para impedirlo les ayuda en su
reforzamiento.