Aunque me
reitere, lo volveré a decir. El problema catalán viene del Estado de las
autonomías y de la falta de política de Estado de los partidos políticos que
nos ha gobernado desde la muerte del dictador. Este problema lejos de solucionarse,
cada día que pasa se agudiza más, porque todos los partidos políticos de ámbito
nacional son firmes defensores de las autonomías, de ahí que el gobierno, con
sus apoyos y los nacionalistas con su oposición al 155, haya sido incapaz de
desmantelar todas las tramas golpistas en esta autonomía, porque en el fondo,
los partidos de ámbito nacional quieren que todo siga como siempre,
compadreo, consenso y reparto, y los nacionalistas ya no se conforman con
eso quieren la totalidad, ósea la independencia. Por eso con el actual régimen
de partidos estatales que tenemos y el estado de las autonomías, jamás se
solucionarán los problemas del separatismo catalán, ni de todos los que puedan
surgir a partir de ahora por estos temas.
Ninguno de los partidos políticos de ámbito nacional que tenemos,
PP, PSOE, Podemos, ni tampoco Ciudadanos, aunque parezca que tiene las cosas
algo más claras con los nacionalismos. Todos en el fondo son firmes defensores
de las autonomías, nido de corruptelas, fuente de desigualdades y deterioro de
la convivencia entre españoles. Todos están por el reparto del botín y del
poder del Estado, aunque sea en pequeñas parcelas, más que por la democracia,
las libertades políticas y la gobernabilidad de todos los ciudadanos de la nación
española.
Cuesta mucho decirlo, pero no hay donde escoger, todos los
partidos políticos que tenemos son antidemocráticos, defienden la oligarquía de
los partidos (partidocracia), el régimen de las autonomías y lo que llaman
monarquía parlamentaria, creado y consensuado al amparo de una dictadura, con
la que pactaron los partidos políticos del momento, de izquierdas y de
derechas, para repartirse el Estado sin que nadie saliera perjudicado.