Me parece un buen artículo, que entre otras cosas expresa su desilusión, engaño y traición de todos los partidos políticos, especialmente de los llamados progresistas, que nos prometen unas cosas para conseguir su objetivo, el poder, y cuando lo tienen hacen otra totalmente diferente. Y esto lo hacen incluso en contra de sus votantes y militantes de base. Ósea los jerarcas de los partidos políticos que son los que mandan en este país, los que se sienten bien respaldados económica y judicialmente, los dictadores disfrazados de demócratas en un régimen de partidos políticos, donde los más mentirosos y traicioneros llegan a ocupar los cargos más altos del partido y, por tanto, todo o una parte muy importante del poder.
La articulista en su último párrafo habla de penalizar al partido político por el que se siente traicionada, retirando su apoyo en las urnas, cosa que parece razonable, lógica y de sentido común, quizás sea lo mínimo que se puede hacer. Pero, si es para votar a otro, a que otro se va a votar, si todos están haciendo desde hace muchos años lo mismo, y a buen seguro lo seguirán haciendo. Si queremos ir dando pasos hacia adelante y salirnos del círculo vicioso en él estamos metidos, de engaño, traición y/o frustración por todos los partidos políticos que alcanzan el poder. Quizás sea hora de que nos vayamos planteando que la solución en un sistema de partidos donde los jerarcas de los mismos son los que tienen el poder, y no los votantes, ni siquiera los propios militantes de base del partido, sea la de no votar a ningún partido político.
