La Comisión Europea reclamó ayer a España que tome medidas para vigilar
la financiación de los partidos políticos y que refuerce el régimen de
sanciones como parte de las medidas para
combatir la corrupción en el país. En el primer informe específico sobre
esta materia, Bruselas alerta de que las prácticas corruptas suponen un coste
de 120.000 millones de euros al año para
la UE y que, mayoritariamente, los países que cuentan con una legislación
propia para combatir la corrupción rara vez la aplican. Por otra parte, según
el Eurobarómetro, el 95% de los españoles cree que la corrupción es un problema
«muy extendido» en su país, frente a la media del 76% en el conjunto de la UE.
Además, el 63 % de los españoles cree que la corrupción le ha afectado
personalmente en su vida cotidiana.