Siendo comparable ambas investiduras fallidas, no parten con
los mismos parámetros, es decir, pueden comparase pero de esa comparación se
deduce si no se quiere ser ciego a los hechos:
1) En ambas
elecciones y posterior intento de investidura, Mariano Rajoy ganó las
elecciones y consecuentemente las perdió Pedro Sánchez.
2) Cuantitativa y
cualitativamente no es lo mismo presentarse a la investidura con 131 que con
170, por mucho que el resultado pueda ser el mismo, presentarse con 131 supone
hacerle un brindis al sol, presentarse con 170 es explorar una lejana
posibilidad de triunfo.
Ahora bien, si se parte de la base de que ganar las
elecciones no tiene importancia alguna, y de que situarse a 6 escaños de la
investidura positiva no tiene ningún valor, entonces no he dicho nada.
Se dice que a veces el árbol no deja ver el bosque, hoy,
triste y lamentablemente, sería mucho más entendible y mucho más justa la
crítica al Gobierno en Funciones, por un hecho que se escapa a todo razonamiento,
y no es otro que el pretendido nombramiento para un puesto ejecutivo en el
Banco Mundial de José Manuel Soria.
Si como dijo Montoro "No se puede estar en paraísos
fiscales y en el Gobierno", que tenemos que deducir, "En el Gobierno
no, pero enchufado por el Gobierno, sí", vergonzoso, insultante.
Lo que queda claro que en este país hay dos varas de medir.
La "vara" para medir a los nuestros y la "vara" para medir
a los otros. La vara es una unidad de medida de longitud que equivale a 835,9
mm, pero como son de letras, los medios de comunicación, dicha magnitud es
relativa y depende del candidato que haya que juzgar.
Lo dicho es una pena que, siendo seres racionales, estemos
siempre afectados por el sesgo de nuestro cerebro de mamífero, emocional o
límbico que nos quita toda la facultad de razonar y nos hace ser unos seres
simplemente pueriles.