El ínclito Pedro Almodóvar acomete unas declaraciones en un
medio amable, "El País", y con toda la desvergüenza propia de un
campeón de la doble moral manifiesta:
- "Ojalá se
extingan todos los paraísos fiscales"
Así en abstracto,
como se extinguieron los dinosaurios se puede entender.
- "Ha sido duro,
fue un shock porque yo no sabía nada de nada. Me impresionó mucho aparecer en
una lista y en un contexto que me
parecen terroríficos. Por mis convicciones, estoy absolutamente en
contra (de los paraísos fiscales)".
Mayor morro no
cabe, sigue impartiendo moral tributaria, quizá los necesarios documentos los
firmó con el pié, y claro no se acuerda.
- Tilda el
tratamiento mediático de "Puro sensacionalismo y mercantilización de la
información. Es hora de que los medios
debatan sobre su naturaleza. El tema
está ahí: la independencia de los medios.
Es un debate muy vivo, aunque no sé si los medios se enfrentarán a
él".
Con dos cojones,
los medios mercantilizan la información, pero él no mercantiliza sus pingües
beneficios cinematográficos. Los medios
deben debatir sobre su naturaleza, pero
Pedro Almodóvar no debe debatir entre lo que predica para los demás y lo que
realmente hace para él mismo. No le provoca ninguna contradicción, nada que
debatir.