No hace mucho, Alberto Garzón (Portavoz de IU) manifestaba
sin que le temblara la voz que, cuando un representante de la izquierda se
corrompe quiere decir que no era de izquierdas.
Siguiendo esa filosofía acomodaticia, cuando un
representante de la derecha delinque, debería tener doble castigo y de hecho
así es a menudo, por delincuente y por ser de derechas.
Pido para mí la gracia que espero se me conceda de que me
contabilicen en el bando de la izquierda, de manera que si algún día en algún
mal momento me da por atracar un banco, nadie que me conozca tenga la menor
duda, ni por un segundo. Quizá, solo
quizá, era yo físicamente pero no en mi espíritu.
Conclusión los de izquierdas son angelitos de Dios y los de
derechas unos chorizos, jódete y baila moreno "Ole".