Más de 120 millones para parientes, amigos y políticos
socialistas.
El sumario desmonta la teoría de que en el PSOE andaluz
nadie se benefició personalmente: hay 18 familiares directos, 85 militantes y
17 amigos
Los expresidentes Chaves y Griñán y los exconsejeros Zarrías
y Viera, en el juicio - ABCCASO ERE DE ANDALUCÍA
En el escándalo de los ERE de la Junta de Andalucía, uno de
los mayores de la historia de España por el volumen de dinero distribuido
irregularmente, se ha extendido la idea de que no ha habido lucro personal por
parte de los responsables políticos y que sólo se trata de un modelo ilegal
para la concesión de ayudas ideado por el gobierno del PSOE para lograr la paz
social en Andalucía. Las defensas de los procesados han derivado el caso a
asuntos excesivamente técnicos, como las llamadas transferencias de
financiación –que es como se denomina el proceso administrativo de concesión
del dinero- y otros conceptos bastante farragosos para la opinión pública. Y
con esa estrategia han desviado la atención hacia las antípodas del verdadero
fraude que se ha cometido en la Junta durante más de una década. La realidad
pura y dura es que sí hubo enriquecimiento por parte de los principales
procesados, en unos casos de manera directa y en otros de forma indirecta.
El sumario del caso desvela un sinfín de beneficiarios de
estas ayudas que tienen conexiones familiares con quienes las concedían, además
de nexos políticos o de amistad. La clave de los ERE no sólo está en que se
otorgaban subvenciones saltándose todos los procedimientos legalmente
establecidos de publicidad y libre concurrencia, lo que permitía a la Junta dar
el dinero a su capricho esquivando todos los controles. También está en que un
altísimo porcentaje de las empresas y personas que recibieron las ayudas forman
parte de la telaraña clientelar del PSOE: eran familiares, militantes o
simpatizantes.
Uno de los miembros de la Unidad Central Operativa de la
Guardia Civil que han llevado a cabo la investigación lo declaró de manera muy
nítida en el juicio: «Las ayudas eran opacas y se daban por vecindad, amistad o
afinidad política». El agente incluso profundizó: entre los agraciados «hay
muchísimos alcaldes socialistas» que se beneficiaron electoralmente en sus
pueblos de este riego indiscriminado de dinero y muchos familiares directos de
los políticos, mientras que «era imposible que un empresario cualquiera de una
almazara de Jaén pudiera conocer» las subvenciones y solicitarlas.
En los ERE hubo una red de conexiones internas que atrapó al
menos un tercio del dinero supuestamente destinado a solucionar los conflictos
laborales de las empresas andaluzas. Dicho de una manera más clara: se formaron
clanes. Familias enteras de socialistas cobrando prejubilaciones de compañías
en las que no habían trabajado nunca, empresas de antiguos concejales
recibiendo una lluvia de millones, municipios gobernados por el PSOE que
obtenían inyecciones económicas que no tenían que justificar… Los dos
expresidentes de la Junta implicados, Manuel Chaves y José Antonio Griñán,
estaban al tanto de todo esto porque los interventores alertaron de cuanto
estaba sucediendo y porque acudieron a algunos municipios a atender a los
sindicatos y aparecen en fotos junto a los conseguidores.
Consejeros como Gaspar Zarrías, José Antonio Viera y Antonio
Fernández están en el centro de todo el entramado y beneficiaron a personas de
sus respectivos entornos… ABC ha ordenado todos los atestados policiales en los
que se detallan las relaciones personales del caso y ha sumado la factura de
todas las ayudas destinadas a amigos y familiares. Los datos son muy claros:
hay al menos 8 clanes que se traducen, entre prejubilados sin derecho y
receptores directos de subvenciones, en 18 parientes, 85 militantes socialistas
y 17 amigos declarados de los políticos. En total, 120 personas o empresas del
entorno del Gobierno y 127 millones de euros en sus cuentas corrientes, aparte
de las comisiones pagadas a las mediadoras y conseguidores, que duplican la
cifra y que resumió de la forma más ilustrativa la madre del intermediario Juan
Lanzas en su declaración ante la Guardia Civil: «Mi hijo tiene dinero para asar
una vaca».
Coincidiendo con el inicio del curso judicial y la
reactivación del juicio de los ERE a partir de mañana, este periódico
desgranará cada uno de los ocho clanes en los próximos días con todos los
detalles sobre parentescos y relaciones de afinidad o amistad. Pero, de
entrada, aquí va un avance.