domingo, 5 de junio de 2016

¡Que!, con la Alianza de civilizaciones.

Sin duda alguna, no cabe, el peor Presidente de la democracia española tenía una bien ganada fama de ser el mejor ex-Presidente, vegetaba en el Consejo de Estado, contaba nubes, etc., pero el hombre se aburría y se puso manos a la obra.
Y efectivamente, se plantó en Venezuela para no se sabe qué y para no se sabe cuando, con cara angelical y embelesada con el actual dirigente de Venezuela, ese que habla con pajaritos:

Eso sí, con alta fidelidad y respeto a Felipe González que tuvo que poner pies en polvorosa cuando viajó a Venezuela para intentar una aproximación (y defensa) a la oposición encarcelada.