Hablar
de democracia de un país, de consentir o no consentir por el pueblo, ciertas
actitudes y comportamientos de los cargos públicos. Cuando son los partidos
políticos y no los ciudadanos quienes los han elegido y los que tienen el poder
sobre ellos, me parece cuanto menos una enorme tontería.
Dónde
está la democracia de un país donde el poder soberano reside en los partidos
políticos y no en el pueblo, como ocurre en España. Como podemos los ciudadanos
exigir a los diputados, senadores y en general a cargos públicos que no hagan
demagogia, mientan y engañen como bellacos o distraigan el dinero público, si
carecemos del derecho de elegirlos y aún más el de revocar o deponer a los que
no cumplan con su mandato ¿Quién hace las listas electorales? ¿A quién deben
obediencia y lealtad los elegidos, al pueblo o a quien les ha puesto en las
listas?
No
nos engañemos votar cuando nos lo piden, más que un derecho (el de votar) se
convierte en una obligación cívica, que nos han inculcado para participar y
legitimar una democracia que no existe.